Viernes, 11 de julio del 2014 Xavier Vidal (Barcelona)

Hasta hace unos meses, el autobús 50 funcionaba razonablemente bien, con una frecuencia de paso teórica de 10-12 minutos, aunque nunca bajaba de los 15. Con la nueva red de bus, esta frecuencia ha subido hasta los 20 minutos. Y ahora, en periodo no lectivo, la espera llega a la media hora. Para ir de la Sagrada Família al centro tardas menos andando que esperando el transporte público. Brillante idea para promocionar el ejercicio físico. Para acabarlo de arreglar, el 50 era una opción muy buena, directa y rápida para ir desde el centro hasta Montjuïc. Incomprensiblemente, ahora, al llegar a la plaza de Espanya, gira por la calle de Sants, como si por allí no pasaran bastantes líneas de bus, además del metro. Así, si quieres subir a la montaña, o vas a pie o coges otro en la avenida de Maria Cristina, y puedes tardar el doble. ¿Qué mente brillante tiene estas ideas, que no hacen más que desincentivar el uso del transporte público?

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