Lunes, 3 de agosto del 2015 Luis Lumbreras (Barcelona)

Ada Colau ha heredado el problema de las terrazas del gobierno municipal anterior. Tengo una sugerencia: coloque  los contenedores de basura grises y marrones junto a las terrazas de bares y restaurantes. Verá como se acaba el problema. Los barceloneses hemos aprendido a reciclar papeles, vidrios y plásticos (supongo que por las exhaustivas campañas públicas), pero no somos capaces de cumplir las ordenanzas ambientales del Ayuntamiento,  que, en su artículo 171, prohíbe depositar la basura en el contenedor  antes de las ocho de la tarde. Seguramente han faltado campañas estimulantes. Pienso que solo pueden quedar exentos de esta obligación los ancianos y los que viven en edificios sin ascensor. Conozco a personas que no tienen ningún problema en sacar el perro a pasear tres veces al día (incluida una por la noche) pero que bajan la bolsa de basura por las mañanas. Los contenedores gris y marrón, llenos y expuestos a un clima mediterráneo riguroso en verano, desprenden un hedor del que se puede gozar en plenitud cuando el peatón espera a que el semáforo pase del rojo al verde. Todavía no he leído ninguna crítica sobre esta peste de las personas que quieren que cada vez vengan más turistas a la ciudad. 

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