Viernes, 6 de marzo del 2015 Ramon Mas (Sta. Eugènia de Berga)

Cuando se acercan elecciones empieza el juego de las sillas y el temblor de las brújulas políticas en busca del norte más rentable. ICV y PSC llevan meses desnortados. Es el desgaste por la rutina profesional de tantos años. El arte de la política no es ningún maratón de resistencia electoral. ¿Qué queda de la unidad y del pacto firmado por el derecho a decidir del quinteto proconsulta del 9-N? El vendaval del Tribunal Constitucional se los llevó. ICV ha decidido cambiar de rumbo de nuevo y apostar por una Catalunya libre dentro de una España plurinacional. ¿Cómo ser amo y mozo a la vez? Gracias, Romeva, por la lección de lógica y transparencia. Como UDC, quiere pescar hasta última hora antes de consultar a la militancia, con el riesgo de perder barca y marineros. Los flotadores ecológicos de izquierda no son ninguna garantía de salvamento, ni el bagaje unionista de Duran remando a contracorriente de los compañeros de viaje. Después de tres años de intolerancia constitucional, querellas, sentencias y recursos ¿aún pretenden ir de redentores de una causa perdida? Esperemos que la cordura de ICV la devuelva con ERC y CDC, limando teóricas discrepancias sociales con el Govern, antes de que el españolismo de Podemos se la trague. Un Estado libre asociado es una secesión utópica sin asumir los riesgos de la desconexión real. Catalunya inició la reconquista hace 300 años. Y en los últimos tres ha dicho formalmente basta al recentralismo estatal en demanda de un statu quo compartido o separado, pero justo. Queda una sola puerta para contar las voluntades del pueblo y decidir ese futuro: un referéndum oficial. Agotadas las vías del diálogo, las elecciones autonómicas –que el votante convertirá en plebiscito con la mayoría del sí o del no– desvelarán la gran incógnita. Una derrota soberanista sería acatada por los separatistas. En caso de ganar ¿por qué España no debería avenirse a negociar? Ninguna impugnación podrá contradecir unos resultados legítimos y democráticos.
 

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