Viernes, 15 de mayo del 2015 Elena Fernández-Miranda (Premià de Mar)

Llevamos tiempo pensando a quién votaremos esta vez en las elecciones municipales, pero lo decidiremos un rato antes o de camino hacia la sede electoral. Y no es que no hayamos reflexionado. Incluso nos hemos fijado en sus propuestas, en qué prioriza cada partido, en si estamos de acuerdo o no... Y puede que estemos de acuerdo en muchas de las cosas que dicen. En los temas generales hay como un acuerdo para no decir disparates. Entonces, ¿por qué dudamos los que lo hacemos? Muy sencillo, porque después vemos que se cumple el "donde dije digo ...". Vamos a votar. Tenemos derecho a hacerlo, a escoger a nuestros representantes. Pero los candidatos tienen el deber de cumplir lo que dicen. Si no, no vale para nada la peregrinación dominical para meter el voto en la urna. Al día siguiente volveremos a reflexionar. Este día estaremos satisfechos de haber decidido siguiendo nuestra intuición y creencias. Por la calle veo a una niña vestida de blanco ir hacia la iglesia. Es tiempo de comuniones y de bodas. Yo veo una analogía con el momento político que estamos viviendo.
 

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