El año de los récords climáticos
➲ ¿Hemos entrado en una nueva era?
Los climatólogos se muestran asombrados y preocupados por los registros alcanzados esta temporada, nunca antes vistos, y por los inéditos eventos meteorológicos a los que hemos asistido en todo el planeta
Por Juan Fernández
A la vista de su impacto global, la verdadera noticia de 2023 no ha tenido que ver con la política nacional o internacional ni con los conflictos bélicos que hay abiertos, sino con algo tan rudimentario -pero trascendental- como el termómetro ambiental, que este año ha alcanzado cotas jamás vistas. Ha sido una temporada de récord.
Nunca antes la superficie terrestre se había puesto tan caliente como este año, ni los océanos habían estado tan caldeados, ni el deshielo de los polos había sido tan extremo, ni la subida del nivel del mar había sido tan grande, ni habíamos arrojado tanto CO2 a la atmósfera, ni las corrientes oceánicas se habían comportado de forma tan extraña.
El resultado de estas anomalías ha sido la larga colección de fenómenos meteorológicos extremos que hemos vivido en forma de sequías históricas, olas de calor inusitadas, huracanes mortales en lugares imprevistos e incendios forestales de magnitudes insospechadas. Juntos, forman el rostro crudo y visible del cambio climático, que en este 2023 parece haberse acelerado.
➲ Un año anómalo de principio a fin
Los gráficos de anomalías térmicas que elaboran las agencias climáticas pintan un 2023 en rojo que sobresale con holgura a lo largo de los doce meses sobre todos años anteriores.
ANOMALÍA TÉRMICA EN LA TIERRA DESDE 1880
Grados de desviación sobre la temperatura media del periodo
Que el planeta se está calentando es una realidad que ya casi nadie pone en duda. Nos hemos acostumbrado a vivir veranos cada vez más calurosos y temporadas invernales sucesivamente más tibias y menos frías. Sin embargo, lo ocurrido en 2023 supera todas las previsiones trazadas por los científicos del clima hasta hace poco por la magnitud del salto experimentado.
Nunca se habían batido tantos récords de temperatura como este año, ni estos habían acontecido en tantas áreas del globo a la vez, ni las nuevas marcas habían pulverizado las mediciones anteriores por tantos grados de diferencia de golpe.
➲ El año de la colección infinita de récords
En Catalunya, en España, en Europa, en América, en Asia… En abril, en julio, en noviembre... Como si de un carrusel climático se tratara, sería posible recorrer el calendario y el planeta enteros saltando de anomalía en anomalía ambiental.
La expresión más visible de esas anomalías han sido los fenómenos extremos que hemos vivido. Este año hemos padecido olas de calor en primavera y otoño, hemos asistido a sequías históricas -como la que soporta actualmente Catalunya-, a lluvias torrenciales jamás vistas –como las que precipitó el medicán (huracán mediterráneo) Daniel en Grecia y Libia en septiembre, causando centenares de muertos-, a incendios antológicos –como los sufridos en Canadá y Hawaii, con más superficie quemada y víctimas mortales que nunca-, y a temporales invernales inauditos, como el que han vivido en diciembre en Centroeuropa.
➲ 20 de febrero
La Antártida marca su mínimo histórico de hielo desde que es monitorizada con satélites
➲ 27 de abril
Los termómetros marcan 38,7 grados en Córdoba, récord histórico en España para un mes de abril
➲ 30 de junio
El océano Atlántico Norte presenta una anomalía térmica de 1,7 grados de temperatura nunca antes registrada
➲ 7 de julio
El hielo marino del Ártico alcanza su extensión relativa diaria más baja desde que hay mediciones.
➲ 16 de julio
China alcanza su récord histórico de temperatura: 52,2º medidos en la ciudad de Sanbao
➲ 17 de julio
Figueres llega a los 44,5 grados, la mayor temperatura medida en Catalunya desde que hay registros.
➲ 30 de noviembre
El trimestre septiembre-noviembre termina como el más caluroso de la historia en todo el planeta
➲ 2 de diciembre
Málaga alcanza los 29,9 grados, la mayor temperatura medida en España para un mes de diciembre. 5 grados por encima del récord anterior.
➲ El peligro invisible: la temperatura de los océanos y el deshielo de los polos
Los fenómenos extremos saltan a la vista -y a los noticiarios-, pero los científicos del clima están alarmados, sobre todo, por dos indicadores menos evidentes pero más trascendentales: la temperatura de los océanos, que este año ha sido más elevada que nunca (sobre todo el Atlántico Norte, pero también el Mediterráneo), y el deshielo de los casquetes polares, que ha llegado a cotas nunca antes vistas.
La Antártida nos coge lejos, pero las anomalías que acontecen en el continente helado y al norte del Círculo Polar Ártico tienen consecuencias definitivas en todo el sistema climático mundial.
Una de las consecuencias directas del deshielo polar es la subida del nivel del mar. Desde 1993, su cota se ha elevado a nivel global 100 milímetros, pero se da la circunstancia de que durante los últimos diez años ha subido el doble que en la década anterior. El Mediterráneo es uno de los mares que más lo está notando. Su altura se eleva 2,8 milímetros cada año.
🡻 El análisis de los expertos 🡻
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“Los océanos almacenan el 93% del exceso térmico del planeta, y no lo hacen de un día para otro. El aumento de temperatura que han mostrado en 2023 responde al extra de calor que han estado absorbiendo en los últimos años. Hoy, la duda es saber cómo se comportarán las capas oceánicas profundas cuando tengan que absorber el calor que estamos añadiéndole ahora mismo".
“El récord de deshielo polar de este año es preocupante por un doble motivo: aparte de acelerar la subida del nivel del mar, facilita el aumento de temperatura del planeta, ya que se reduce la superficie blanca y helada que refleja la radiación solar. Es decir: acelera el cambio climático. Además, ese hielo llevaba ahí desde hacía milenios y ya no volverá, su pérdida es irreversible, a menos que la tierra vuelva a enfriarse sustancialmente”.
➲ El cambio climático se acelera
Las proyecciones del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) no son una foto fija, sino que su diagnóstico se va adaptando a la evolución ambiental del planeta. Hace una década, esta entidad estimaba que alcanzaríamos el grado y medio de temperatura extra sobre la media de la era preindustrial en 2044, pero hoy los científicos del clima prevén que llegaremos a esa cota en febrero de 2032.
El año 2023 terminará con una subida de 1,4 grados por encima de la media del planeta de la era preindustrial, pero es necesario que esa marca se mantenga varias temporadas seguidas para confirmar que hemos entrado en una nueva fase de la emergencia climática. Lo que ningún experto pone en duda es que el cambio climático se está acelerando, y 2023 ha sido la prueba más elocuente.
🡻 El análisis de los expertos 🡻
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“Este año hemos asistido a la tormenta perfecta: al calentamiento progresivo que veníamos acumulando, se ha sumado el fenómeno de 'El Niño', que aumenta la temperatura del Pacífico ecuatorial y, siempre que se da, acaba elevando la temperatura de todo el planeta. Pasó en 1982, en 1997, en 2005, y ha pasado ahora. Ha sido como añadir leña a un fuego que ya estaba muy vivo”.
“El clima es un sistema complejo en el que todo está relacionado. La nevada histórica que acaba de caer en Múnich no es ajena a la sequía también histórica que padece Catalunya, son dos caras de la misma moneda. Si calientas la atmósfera más de lo debido, le metes un extra de vapor de agua y energía que desestabiliza el sistema, y que luego se traduce en danas y sequías fuera de lo común”.
➲ ¿Hemos superado la 'línea de no retorno' del cambio climático?
A finales de año, 15.000 científicos de 160 países hacían público un informe en el que analizaban las anomalías de los meses precedentes y advertían: “Nos estamos aventurando en un territorio climático inexplorado”.
El estudio 'Global Tipping Points (Report 2023)', presentado en la última Cumbre del Clima COP28, alertaba de que estamos a punto de rebasar varios puntos de no retorno del cambio climático a nivel global.
'El Niño' seguirá ejerciendo su influencia calurosa durante la primera mitad de 2024. ¿Y después? Aunque los próximos años no sean tan cálidos como el que ahora termina, los expertos están convencidos de que los registros que se han alcanzado en 2023, y que se han vivido como extraordinarios, serán normales en la próxima década.
🡻 El análisis de los expertos 🡻
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“En realidad, no hay un punto de no retorno, sino varios, como el deshielo polar, la desaparición del permafrost –la capa de hielo que cubre los suelos de latitudes altas-, la pérdida de arrecifes de coral en mares tropicales y la circulación oceánica de retorno del Atlántico, entre otros. No es fácil averiguar si los hemos superado, porque sus efectos no son inmediatos, pero está claro que 2023 nos ha acercado, porque ha supuesto una aceleración del calentamiento global”.
Los gráficos de temperaturas disparadas de este año se compadecen con otro de aspecto parecido, y que los climatólogos entienden que está estrechamente relacionado: el de las toneladas de combustibles fósiles que seguimos consumiendo de forma acelerada, a pesar de las promesas hechas en las sucesivas Cumbres del Clima.
La Agencia Internacional de la Energía ha reconocido que el consumo de carbón aumentó un 1,4% en todo el planeta en 2023, hasta alcanzar un récord de 8.500 millones de toneladas. En países como China, India e Indonesia, el incremento de consumo de este combustible, el más lesivo para el medioambiente, oscila entre el 5 y el 11%.
Ningún climatólogo se atreve a aventurar cómo van a ser los próximos años, pero todos coinciden en una misma conclusión que, a modo de recomendación, resume Verónica Nieves: “A estas alturas, lo único que sabemos con seguridad es que el planeta se está calentando por efecto de los gases invernadero, que es la principal causa de la emergencia climática, más que 'El Niño' o cualquier otro factor. En nuestra mano está evitarlo reduciendo las emisiones. No podemos retrasarlo más”, advierte la científica.
Un reportaje de El Periódico
Textos: Juan Fernández
Diseño: Andrea Zúñiga, Ricard Gràcia
Diseño y coordinación: Ricard Gràcia y David Jiménez
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