Rafa Nadal reconoce que está completamente 'in love' con su bebé

El tenista fue padre el pasado 8 de octubre junto a su novia de toda la vida, Mery Perelló.

Rafa Nadal en París
Rafa Nadal en París / GJL

El tenista Rafa Nadal está a punto (literalmente, a tan solo unas horas), de poner fin a uno de los años más destacados de su trayectoria, tanto en lo profesional como en lo personal. Además de proclamarse campeón del Abierto de Australia y de Roland Garros, dos torneos que le elevaron al primer puesto de la carrera histórica de 'grand slams' en el cuadro masculino, el astro de la raqueta dio la bienvenida a su primer hijo, también llamado Rafa, el pasado mes de octubre junto a Mery Perelló.

A diferencia de otros padres primerizos que siempre fardan a la hora de hablar de su experiencia, eso a lo que se refieren como lo que "ha cambiado la vida", el deportista ha vuelto a demostrar que, además de ser estupendo en la tierra batida, continúa siendo el Rafa modesto que conocemos desde siempre y así lo hemos podido ver en una entrevista publicada recientemente en la revista GQ, que le ha elegido como su 'hombre del año'.

Debido a que ahora hay una nueva personita en su universo, cabría esperar que la vida de Nadal ya no es la misma que antes, pero sí que ha tenido que organizarse a diario en función de sus nuevas prioridades. De ello se desprende un tipo de amor que ha calificado de "indescriptible". "No creo que haya una versión nueva de mí. Soy la misma persona, un año mayor que el año pasado y, eso sí, con novedades a nivel personal", ha señalado en este encuentro, donde se le ha definido como un hombre "contento y feliz" en su ámbito más íntimo.

"Es aún muy reciente el nacimiento, pero sí que sientes ya que algo ha cambiado en tu vida y que hay una persona que depende totalmente de nosotros. Es un sentimiento y un amor indescriptibles", ha añadido sobre las responsabilidades que ha asumido a sus 36 años. Si bien todo parece felicidad y armonía, el deportista no ha escatimado a la hora de hablar de sus preocupaciones, teniendo en cuenta que ha sufrido varias lesiones y que su pareja pasó los dos últimos meses de embarazo yendo y viniendo del hospital.

"Hemos combinado momentos de inmensa alegría, con el nacimiento de nuestro hijo, con otros en los que pasamos situaciones complicadas que nos tuvieron en alerta e impidieron un desarrollo normal de lo que estábamos haciendo, en mi caso competir en el Abierto de Estados Unidos. Pero al final salió todo bien y me queda el sabor dulce del año que ya está por acabar", ha añadido.

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