Diego Matamoros, hospitalizado por una enfermedad degenerativa

Si hace días te contábamos que Diego Matamoros estaba ya pensando en casarse con la influencer Marta Riumbau, esta vez las novedades sobre el madrileño no son tan buenas cuanto nos gustaría. El hijo de Kiko Matamoros ha sido ingresado de urgencia por unaenfermedad degenerativacon la que lleva tiempo conviviendo.

Diego está ingresado y ha sido desde la cama del hospital que ha querido contar exactamente qué le pasa. Y no es sencillo: el ex de Carla Barber ha contado un gravísimo episodio que ha sufrido en su casa y que terminó con el traslado de urgencia al hospital.

No se sabía que Diego tiene una enfermedad degenerativa, pero Matamoros acaba de hacerla pública. Comenzó sintiendo unos fuertes dolores y esto es lo que ha contado al respecto: "Mi espalda empezó a fallar de nuevo. El viernes estaba en casa tranquilo, preparando un viaje y tuve una crisis bastante severa. Es por un tema congénito y degenerativo que tengo, relacionado con hernias discales y con la médula. Me empezaron a fallar las piernas", explicó Diego tumbado y mirando a cámara. ¿Quién lo grababa? Su chica, la influencer Marta Riumbau.

Le ha costado contar la historia. Se ve que Diego está todavía convaleciente y que su estado de salud no es el mejor. Y el relato que ha hecho asusta. Diego Matamoros se había dejado el móvil en una estantería alta, intentó alcanzarlo pero como le fallaban las piernas terminó cayéndose al suelo.

"Acabé arrastrándome, luchando contra el dolor... Ahora que lo cuento parece fácil, pero fue una tortura. Al final conseguí llamar a familiares y a una ambulancia", añadió Matamoros en los Instagram Stories.

Total, que el hermano de Laura Matamoros lleva una semana tumbado en la cama de un hospital. Dolor y sufrimiento es lo que describe. Marta Riumbau está siendo su gran apoyo. No se aparta de su chico, algo que al influencer le está sirviendo de mucho para recuperarse tanto física como anímicamente.

La Unidad de Dolor del hospital ha tenido que hacerle infiltraciones en la médula e inyectarle corticoides. "En cuatro días o así podré empezar a caminar. Si ahora me levanto lo hago como un abuelillo", ha confesado.