No todo es tan bonito: la mansión de Kim Kardashian y Kanye West tiene sus cosillas 

Reformarla cada dos minutos cuesta una pasta. 

Kim y Kanye tiran el dinero y pasan de su casa de Miami

Kim y Kanye tiran el dinero y pasan de comprar su casa en Miami

/ Nancy Rivera

Tras una reforma intensiva que se alargó un par de años, Kim Kardashian (38) por fin mostró el interior de su mansión de Hidden Hills valorada en 60 millones de dólares el pasado mes de abril de 2019 mientras grababa el formato '73 Questions With' para la revista Vogue.

A lo largo del vídeo, la celeb ofrecía un pequeño recorrido de su vivienda, que ella misma describía como un "monasterio minimalista" ideado por el diseñador Axel Vervoordt y su propio marido, Kanye West, siguiendo una paleta monocromática muy específica de blancos, grises y negros.

Da alegría de vivir desde luego.
Da alegría de vivir desde luego.

Como era de esperar, en vista del gusto por lo exclusivo e innovador del rapero, el matrimonio no reparó en gastos a la hora de abordar el diseño del interior de la vivienda, pero los materiales que eligieron para decorarla (y que incluían paneles de alabastro de las paredes) les seguirá obligando a desembolsar cantidades considerables de dinero en su mantenimiento durante los próximos años.

De cara a los suelos de su hogar familiar, por ejemplo, optaron por un tipo de yeso belga muy delicado que, en caso de sufrir algún tipo de daño (como un arañazo o incluso el desgaste habitual que se produce en el día a día), solo puede ser reparado por un equipo de especialistas que deberá trasladarse a Los Ángeles desde Europa específicamente para ese trabajo, según explica la revista Forbes tras visitar su hogar familiar para entrevistar al músico y diseñador de cara a su número de agosto.

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