El príncipe Harry hablará de la enfermedad de su padre en una nueva entrevista televisiva: se viene movida

El príncipe Harry viajó a principios de este mes de febrero a Reino Unido para ver a su padre, el rey Carlos III, después de que le diagnosticaran al monarca de 75 años una 'forma de cáncer'. La visita fue breve, pues pasaron menos de una hora juntos a pesar de que hacía 16 meses que no tenían un encuentro cara a cara.

Este mismo viernes, no obstante, se espera que el duque de Sussex trate el tema de su padre en la charla que mantendrá con Will Reeve en el programa 'Good Moring America'.

En el tráiler de la entrevista que se ha compartido por las cuentas de redes sociales del programa, se puede escuchar una voz ''in off' que afirma: "El príncipe Harry, la entrevista totalmente nueva, sobre su vida actual con Meghan, cómo le va a su padre, el rey, y sobre su pasión apoyando a los soldados heridos en combate".

El rey Carlos III se encuentra "enormemente positivo". Se le diagnosticó la enfermedad después de que se le detectara un "problema de salud separado" cuando se sometió a una operación por agrandamiento de la próstata el mes pasado. Se alejará de los compromisos públicos debido a su diagnóstico para "minimizar el contacto en persona" debido a los riesgos médicos que puede tener mientras recibe tratamiento.

"Su Majestad ha comenzado un programa de tratamientos regulares, tiempo durante el cual los médicos le han aconsejado que posponga sus tareas de cara al público. Durante este período, Su Majestad continuará realizando negocios estatales y trámites oficiales como de costumbre", decían en el comunicado oficial en el  Palacio de Buckingham.

Harry y Megha en Canadá

Will, hijo de Christopher Reeve, fallecido protagonista de 'Superman', ha acompañado a Harry y a su esposa Meghan, duquesa de Sussex, desde que llegaron a Canadá el martes para asistir a un acto en la cuenta atrás para los Juegos Invictus de Whistler y Vancouver, en los que por primera vez se practicarán deportes de invierno.

El jueves, Harry mostró su lado más intrépido cuando probó el 'skeleton blobsled' en el Whistler Sliding Center, deslizándose por la pista boca abajo en el diminuto trineo que puede alcanzar velocidades de 99 kilómetros por hora. Harry estaba tan emocionado con el descenso que insistió en repetir una segunda vez, pero Meghan se negó en redondo.