Victoria Beckham se reconcilia con España y con los cuernos de David (a partes iguales)

Las cuatro temporadas que Victoria Beckham pasó en España mientras David jugaba para el Real Madrid dejaron un montón de rumores que sus antiguos vecinos aún no le perdonan. Una de las frases más famosas que se le atribuyen acerca de su impresión de nuestro país es que olía a ajo, y no en el buen sentido.

La diseñadora sigue teniendo una espinita clavada por la mala impresión que causó y ha querido aprovechar el nuevo documental de Netflix acerca del futbolista -que se estrenará el 4 de octubre- para aclarar por qué España nunca conoció su mejor cara.

"Todo lo que hacía lo inventaban o lo sacaban de contexto. Pero el problema nunca fue España", asegura ella.

La antigua Spice Girl reconoce que su matrimonio estaba atravesando su peor momento en aquella época y que ella se sintió sobrepasada por el acoso mediático que les esperaba en Madrid. "Fue como si hubiera llegado el presidente de los Estados Unidos", recuerda de su llegada a la ciudad.

Tampoco le gustó que la retrataran como la villana de la historia, la mujer malvada que no quería mudarse con el deportista, cuando la realidad era que seguía atada a Inglaterra por el colegio de sus hijos, y ni siquiera habían encontrado una nueva casa.

Hasta entonces, David y ella siempre habían actuado como un equipo, y admite que de pronto ya no lo eran. La tensión de la mudanza y las historias que se contaban sobre ellos consiguieron enfrentarles. "No os puedo describir cómo nos afectó. Nunca en mi vida había sido tan infeliz".

Aunque no lo menciona directamente, en aquellos años hubo muchos rumores acerca de las infidelidades del futbolista y la antigua niñera de la pareja, Rebeca Loos, concedió incluso entrevistas hablando de su supuesto romance.

Al final, los Beckham pusieron rumbo a Los Ángeles cuando él fichó por el LA Galaxy y allí volvieron a sentirse como una familia normal, pero Victoria espera que el documental sirva para aclarar lo que pasó realmente.