Victoria Beckham: sus exigencias con la comida y más (nivel diva)

Piña cortada con cáscara rallada de lima, uvas verdes sin semillas, uvas rojas congeladas, pera con zumo de limón, fresas, arándanos y frambuesas. Cada una en su plato. Esto es lo que pide a los caterings de las sesiones de fotos en las que participa.

Puede que sí, sobre todo a la hora de la comida en algún que otro restaurante. Pero llegar aquí y ponerse a decirlo... Pues no sienta bien. Esto ocurrió, supuestamente, en la época en la que David Beckham fichó por el Real Madrid, aunque ella ya lo desmintió: "Jamás diría algo que mostrara tan poco respeto y que, además, no tiene nada que ver con la realidad", dijo en una entrevista.

No come carne, ni lácteos. Tampoco le van las salsas.

También se comenta que en su despacho nunca puede haber nada que tenga más de unas pocas calorías. Muchos de sus empleados sueñan con dejarle un Big Mac en la mesa, pero que la broma implicaría un DESPIDO.

Lo decimos por lo ocurrido durante la presentación de uno de sus perfumes. La diseñadora exigió que unos grandes almacenes cambiasen toda la decoración para hacer juego con el color de su fragancia, el violeta.

Navidad, año 2013. La exspice y David Beckham contrataron a una persona para abrirles los regalos. 

Y siempre todo hecho al vapor. La dieta de la británica es, según dicen, muy pero que muy estricta.

Eso dicen, pero es común verlos a los dos (Victoria y Beckham) cenando en familia y tomando vino...

Para una sesión de fotos en Australia pidió que al final le pusiesen un helicóptero que la llevara cuanto antes a su destino... Tenía una reunión con el profesor de Brooklyn, que en la época era todavía un niño. Actualmente Brooklyn es un hombre casado, pero esta foto es de la época en la que todavía vivía con sus padres.

Usaba gel hidroalcohólico cuando nadie sabía lo que era una pandemia y parece que su obsesión con las bacterias es real.

Aparece seria en el 99,9% de sus fotos. Esto es así, aunque ella y su marido digan lo contrario.