Tenemos una necesidad (sí, tú también) y es construir un hogar allá donde vamos

¿No te ha pasado que cada vez que vas de hotel intentas que todo sea como en casa? 

Osiris en Malasia
Osiris en Malasia / D.R.

Esta semana, redacto estas líneas desde Kuala Lumpur. La capital de Malasia es una ciudad impresionante, cuya energía es indescriptible. Su mezcla cultural le da una riqueza gastronómica, religiosa y arquitectónica sin igual. Aquí, se come chino, malasio, hindú, y la cultura de la comida callejera forma parte del día a día de la población. ¡Os recomiendo visitar este lugar increíble si tenéis ocasión, sin lugar a dudas!

Osiris en gimnasio
Osiris en gimnasio / D.R.

Una de las cosas que me llamaron la atención a la hora de reservar una habitación fue la gran oferta de apartamentos de lujo con servicio incluido. Acostumbrada a quedarme en habitaciones de hotel y viendo que los precios no diferían demasiado, decidí probar. Reservé dos noches en un lugar llamado Lanson Place, Bukit Ceylon. ¡Y cuanto me alegré! Cuando una viaja tanto, se agradece mucho tener un apartamento lleno de comodidades. ¡Y menudas comodidades! Mi apartamento tenía las vistas más increíbles de la ciudad, y el desayuno se servía en un salón situado en el piso 48 del edificio. ¡Una auténtica pasada!

Hotel en Malasia
Hotel en Malasia / D.R.

Os cuento todo esto porque mi estancia me llevó a una reflexión: nuestra necesidad de ‘sentirnos en casa’, de construir un hogar allá donde vayamos. No es de sorprender la explosión de servicios de alquiler vacacional. Plataformas como Airbnb han cambiado por completo la forma de viajar de las personas y el simple hecho de tener una cocina en el lugar en el que te alojas es un detalle que cambia muchas cosas. Creo que uno necesita poder recrear su propio universo entre cuatro paredes. Nuestras costumbres culturales y vitales nos acompañan siempre y sentirnos arropados por ellas entre cuatro paredes nos procura una sensación de bienestar muy importante. Y no creo que sea algo material. Necesitamos pertenecer a algo familiar, siempre. Creo que nuestro hogar puede ser nómada, móvil, ya que no es más que una expresión exterior de lo que somos interiormente. Pero todos necesitamos uno. Yo los voy multiplicando, los voy recreando por el mundo. Y es que, al final, mi hogar forma parte de mí… Yo soy mi único hogar.

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