'Merchandising' y 'musicote': hacerte el test del Covid-19 en Venice es como ir de festival

De los de antes, claro está.

Carmen Raya con bocadillo Cuore en la pared rosa de Paul Smith en Los Angeles
Carmen Raya con bocadillo Cuore en la pared rosa de Paul Smith en Los Angeles / INSTAGRAM

See to believe (ver para creer, bilingüismo). Hoy, en otro apasionante, divertido e informativo artículo de vuestra periodista favorita (o sea, yo), he venido a hablaros de cómo los hippies ricos de Venice, barrio donde vive Ana de Armas, han convertido en un 'minifestival' el acto de realizarte el test del Covid-19.

Sí, porque aunque la semana pasada os hablé de la gran diferencia que he encontrado entre el sexo oral americano y el español (gracias a todos los que me seguisteis, pillines), hoy he decidido contar una de las experiencias más bizarras, y a la vez curiosas y divertidas, que he experimentado durante esta pandemia.

Y sí, yo es quetan pronto hablo de sexo como de ciencia. Qué queréis que os diga, mi columna es como el programa de Ana Rosa que lo mismo te analiza los presupuestos del Estado, te da la última hora del clan Pantoja y te baila si hace falta con Los Del Río. Periodismo 360, lo llamo yo.

[Este GIF es para dejar claro que Carmen Raya nunca miente].

Todo comenzó cuando por motivos profesionales me pidieron que me realizase una prueba de Covid-19. He de confesar que yo, desde que comenzó la 'coronavida', no me había realizado ninguna todavía porque en Los Ángeles es bastante fácil evitar el contacto con personas. Más que nada porque el no contar con aceras y el que todo el mundo vaya en coche disminuye muchísimo el riesgo de contagio. Pero al lío que me desvío.

Ni corta ni perezosa (aunque un poco de pereza me dio) me dispuse a encontrar un centro en el que hacerme dicha prueba. Sin embargo, no me resultó nada fácil porque... ¡no tengo coche! Maravillas de la 'coronalife', en Los Ángeles hay 523.647 'drive thru' (dentro del coche) para realizar el test, pero 'walk in' (andando de toda la vida de Dios) hay bien poquitos. Así pues, y gracias a San Google, encontré una página web llamada 'Same Day Testing' que, para mí alegría, tenía un 'centro' a 20 minutos andando de mi casa. Y luego entenderéis porque pongo comillas a lo de 'centro'.

[A ti, guapísimo, aunque creo que sigues sin saber cómo se usan las comillas voladoras]

Una vez dentro de la web comprobé que había tres opciones: un 'antigen test' con resultado disponible en 15 minutos y con un coste de 175 dólares, una PCR con resultados disponibles en 24 horas o menos y cuyo precio era de 195 dólares (aunque el seguro médico te lo reembolsaría más tarde) y una PCR gratis (tarjeta médica mediante) con resultados disponibles en 48 horas o menos.

Test del covid disponibles en Same Day Testing en Venice

Carmen Raya nunca miente, acordaos. 

/ Same Day Testing

Dado que soy pobre como una rata (o ratón, al gusto del consumidor), pero desde que vivo en Los Ángeles he decido llevar una vida que no puedo permitirme, me vine arriba y decidí darme un capricho. Ya que este iba a ser mi primer test Covid-19 (mi primera colonia Chispas), iba a hacerlo a lo grande.

Sin pensarlo dos veces, cogí cita a las 7 de la mañana (dormir es de cobardes y en pandemia más todavía) y pagué los 175 dólares para realizarme el test rápido ya que no quería vivir con la incertidumbre. También soy así en el amor, a mí que me digan si me quieren o no en el momento, que no me dejen con la intriga.

[PAUSA PUBLICITARIA]

[Y aquí comienza de nuevo el artículo tras la publicidad]

Total, que ahí que me levanté yo para ir a mi primer test Covid-19 y cuando estaba a tres minutos de mi destino comienzo a escuchar una música estilo 'chill out ibiza 2019' que me transporta por un momento a la precoronavida. "Será algún vecino que se ha montado el 'after'en casa", pienso. ¡Error! Sigo andando y cuando llego a la dirección del 'centro' me encuentro con ESTO (mejor lo veis y luego lo explico).

Centro de test de Covid en Venice

Qué bonitos recuerdos de las entradas a los festivales de música al aire libre.

/ Carmen Raya

Para mi sorpresa, veo que hay una mesa alargada (la que se ve a la derecha de la imagen) con tres chicas que te 'registran' mientras suena la música a un volumen que me hace difícil entender lo que me dicen (si a eso le sumas la mascarilla y el inglés, me río yo de los 'listening' de las academias). Pero ojito, porque no es esta mesa la que me recuerda a un evento promocional o un festival, sino que cuando me acerco a la mesa me encuentro con ESTO. Dentro imagen.

Merchandising en mesa en centro de test de Covid en Venice

Gratis y para toda la familia.

/ Carmen Raya

Pegatinas totalmente gratis para que las luzcas con orgullo en tu móvil, tu chaqueta, bolso... Porque claro, ¿a quién no le gusta recordar que se ha hecho un test para saber si tiene Covid-19?

Así que, como podéis imaginar, mi cerebro iba a mil por hora intentando procesar un escenario que no sabía si me agradaba o me horrorizaba. Intentando entender a la chica que me estaba atendiendo e intentando no ponerme a bailar como una poseída ante el enésimo 'temazo' que sonaba a través de los altavoces, elevo la mirada y veo... veo... bueno, veo... veo.. ESTO.

Merchandising en centro de test de Covid en Venice

Ver para creer.

/ Carmen Raya

Ojito ('little eye'), ríete tú de las pegatinas porque aquí mis amigos de 'Same Day Testing' tienen el 'merchandising' al completo. Por poco y me quedo en shock al ver este trío de cactus con gafas, mascarillas y bolso. Sin embargo, he de confesar que no pregunté el precio porque, de nuevo, mi cerebro estaba intentando asimilar si es que estaba de festival o realmente saldría de allí con el test del Covid-19 realizado.

Tras conseguir entender todo (minipunto para mí), procedo a entrar en la zona de 'tests' y un chico muy amable me mete un palito por mis orificios nasales (qué fantasía de frase acaba de escribir, queridos). Realizada la prueba, me dice que cuáles son mis iniciales y mi número de teléfono. Las apunta en un papel, mete mis muestras en una bolsa y me dice que vuelva en 15 minutos. "Cuando llegues, di tus iniciales y tu número de teléfono", me explica.

[Ojito porque este GIF 'animal' no está elegido al azar...]

Tras indicarme que debo esperar fuera del recinto, decido que voy a dar un paseo en dirección contraria a la que he venido andando. Y mira, por si no hubiese tenido ya suficientes sorpresas (aunque aún queda la mejor), me encuentro con que justo al lado del 'Same Day Testing' carpa festivalera está ESTO.

Granja urbana en venice

Una granja urbana.

/ Carmen Raya

UNA GRANJA URBANA. O sea, que se ha liado parda a nivel mundial por comernos un animal que no debería estar en la ciudad y que los humanos nunca deberían haber probado y me plantas (nunca mejor dicho) un centro de test del Covid-19 al lado de una GRANJA URBANA.

Si esto no es la prueba de que los humanos merecemos la extinción (y los humanos hippies y ricos más todavía), yo ya no sé.

Gallo en granja urbana en Venice

Ya sabéis que yo nunca miento. He aquí la fauna de la granja.

/ Carmen Raya

Y claro, entre la música, la granja y el 'merchandising' lo cierto es que no me dio tiempo a pensar si estaba nerviosa o no y los 15 minutos pasaron volando. Al llegar de nuevo a la 'carpa', veo que un chico me pregunta mis iniciales y mi teléfono y se va a buscar algo. Cuando vuelve, me trae lo que yo a todas luces pensé que era un datáfono (te hacen pagar cuando pides cita, o sea que eso no era) e inserta una pieza (seguro que tiene nombre científico pero, hola, yo soy periodista) en él. Me mira y me señala la pantalla. Miro y veo lo siguiente.

Prueba Covid19 negativa

Ojito al aparato.

/ Carmen Raya

"Negativo", me dice. Yo lo miro esperando que me dé un papel o algo que diga que me he hecho la prueba y que el resultado es negativo, pero cuál es mi sorpresa cuando me dice: "Si quieres tomar una fotografía del resultado es todo lo que te podemos ofrecer. Ni e-mails, ni mensajes de texto ni documento que lo acredite".

Mucha música, mucho 'merchandising' y mucho hacernos los 'cool' en Venice, pero este es el precio que hay que pagar por el 'postureo' en tiempos de Covid-19. Así que nada, le hice una foto y recé para que me sirviese.

Nota al lector: Me sirvió, pero porque en la parte pixelada de la foto del test pone mis iniciales y mi número de teléfono. Pero vaya, que telita con el nivel de seriedad.

Menos mal que siempre me quedará reírme y afrontar la pandemia con una sonrisa gracias a mi programa, 'The Latte Show con Carmen Raya', en el que hablo con l@s 'influencers' y está siendo todo un éxito de audiencia. Bueno, solo yo sé cuántas personas me ven, pero eso también lo hace Netflix y todos le creemos cuando nos dice que 'X' serie es la más vista. Así pues, ahí estoy yo luchando por ser la nueva reina de las mañanas y de Netflix. Ayudadme.

Síguele la pista

  • Lo último