Llevo dos años sin dormir porque los americanos no saben lo que son las persianas

Real como la vida misma. 

Carmen Raya con bocadillo de Cuore de sueño americano
Carmen Raya con bocadillo de Cuore de sueño americano / INSTAGRAM

Cuando llegué a los Estados Unidos de América, (especifico porque también están los Estados Unidos Mexicanos y no quisiera yo entrar en un debate geopolítico que no me corresponde), esta periodista que aquí escribe era una dicharachera mujer de 34 añosque se caracterizaba, entre otras muchas cosas, por suno adicción a la cafeína, su buen humor, su espectacular físico(que jamás ha sido descubierto por un cazatalentos en mitad de las inexistentes aceras de Los Ángeles) y sus ganas de conseguir el llamado sueño americano.

Sin embargo, amigos, amigas, conocidos, conocidas, desconocidos y desconocidas (siempre hay que saludar a todo el mundo que nunca se sabe), lo que nadie nos ha contado nunca sobre los americanos a los europeos es.... ¡que no duermen! Sí. Puedo prometer y prometo que cualquier persona que haya nacido y/o se haya criado en terreno norteamericano no cumple con la regla de los ocho horas de sueño. Bueno, ni ocho ni ninguna, ¿por qué?

Españoles, españolas, europeos en general, en Estados Unidos NO HAY PERSIANAS.

Que no, que no. Que aunque intenten hacerse pasar por personas 'normales' no lo son. Los norteamericanos cuentan en su ADN con una secuencia molecular que les hace no necesitar dormir y la primera pista que me llevó a sacar dicha conclusión (tengo otras, luego os las cuento) es que no tienen persianas.

Lo que viene siendo la persiana española de toda la vida de Dios. Bueno, que lo mismo no es española, pero esa que hace que la habitación cuente con una oscuridad del 100% y puedas echarte una siesta de tres horas en pleno agosto un domingo de 12 a 3 de la tarde y ni te enteres de que el sol está 'on fire' fuera de tu casa y de la que solo te despiertas porque hueles que tu madre acaba de terminar la paella.

[Exacto. Cambia el pienso de perro por paella y ese eres tú]

Recuerdo perfectamente que me quedé de piedra cuando en mi primer apartamento en Los Ángeles (compartido con dos chicas más) me enseñaron la habitación y vi que no había persianas. Por poco y me da una taquicardia. Yo solo soy capaz de dormir si tengo oscuridad total porque a nada que entre un rayo de sol me despierto. Qué queréis que os diga, soy como las princesas Disney. Es escuchar el canto de los pájaros (helicópteros en Los Ángeles) y ver la luz del día y me pongo a cantar una canción de amor verdadero mientras me preparo el desayuno para salir a la calle y enamorarme del primer príncipe que pase.

Todo esto, claro está, después de que mis amigos los pájaros me hayan ayudado a hacer la cama y haya protagonizado un dúo que ni el de Chenoa y Bisbal con un pájaro azul.

"Aquí no tenemos de eso", me dijo una de mis compañeras, americana, que había viajado a España en multitud de ocasiones. "De eso", pensé yo. Mirad, se han iniciado conflictos internacionales por menos.... "ESO, querida", pensé yo, "eso se llama civilización". En serio, ¿cómo puede ser que un país que ha visto nacer a Mark Zuckenberg y a Steve Jobs no tenga un sistema de tapamiento de ventana acorde al siglo XXI? Ah calla, es que este país también ha visto nacer a Donald Trump. Vale, ok, sigamos.

[En España lo llamamos sentido del humor, otra cosa que aquí no tenéis].

Total que corrí a la tienda a comprar cortinas con las que intentar bloquear la luz. EPIC FAIL. Además, que eso de tener dos cortinas (las que decoran y dejan entrar la luz y las que la bloquean) me hacía sentir que estaba en un hotel. Quiero sentir que mi casa no es un motel, ¿ok? El caso, que como eso no funcionó, me dijeron que comprara lo que sin ninguna duda es un invento del diablo: las "classic fabric vertical blinds".

Persianas verticales con bocadillo Cuore
Persianas verticales con bocadillo Cuore / Select Blinds

[Ojalá y fuéseis mi pesadilla porque significaría que puedo dormir, aunque sea mal].

Son, hablando en plata, tiras de plástico enganchadas a unas piezas que giran y que se mueven gracias al palito que podéis ver a la izquierda de las mismas. ¿Os creéis que eso quita la luz? NI UN POQUITO. Y ojalá y fuesen mi peor pesadilla porque eso significaría que puedo dormir. Que me den el número del que haya inventado esta máquina del mal porque no es que no quite la luz es que se rompe, se caen, se llenan de polvo. Vamos, una auténtica maravilla.

Mira, por una vez estamos de acuerdo.

Pero el hecho de que no tengan unos cortinas como Dios manda no es la única pista que me llevó a la conclusión de que los norteamericanos están más avanzados que el resto de la humanidad y no necesitan dormir. Los establecimientos de la cadena de cafeterías Starbucks, amigos, abren a las 4:30 de la madrugada. Repito. Los Starbucks abren a las 4:30 de la madrugada. Que sí, que aquí a las 22:00 horas se van a la cama, pero que una cafetería abra de madrugada deja clara una cosita: en este país no duerme ni el tato (saludos para este, sea quién sea y esté donde esté).

[Que no, Trump, que esa no es la solución. Aunque bueno, tú ya en este país ni pinchas ni cortas, así que deja ya de aparecer en mi artículo]

¿Qué cafeterías abren antes de las 6 de la mañana en España? Las que tienen como clientela principal los taxistas. Claro, gente que no duerme de noche porque trabaja. Correcto. Pero claro, otra de las pistas que me llevaron a descubrir que el americano no necesita descansar y que ni las cortinas ni las "classic fabric vertical blinds" funcionan es que venden antifaces para dormir por todas partes. En serio.

Y tanto querida, y tanto. Pero bueno, yo desde aquí ya he cumplido con mi labor de avisar a cualquier europeo que pise EE.UU, sobre la situación que aquí le espera. Porque claro, a ver si callármelo me iba a quitar el sueño. Ah, no, que no duermo. Buenas noches y buena suerte.

Síguele la pista

  • Lo último