¿A qué huele Los Ángeles? A feria ambulante, ya os lo digo

Bien de 'fritanga'.

Carmen Raya en Los Angeles
Carmen Raya en Los Angeles / INSTAGRAM

No me andaré por las ramas. La primera vez que puse un pie en esta ciudad me di cuenta de una cosa: toda mi ropa apestaría a ‘fritanga’ de forma permanente. Porque que no os engañen, queridos. Mucha ‘influencer’ (saludito aquí para todas ellas, futuras compañeras de profesión) contando que se está tomando un batido súper ‘healthy’ en el ‘juice bar’ de moda, pero lo que esconden es que justo enfrente (o al lado o en diagonal: el orden de la ubicación no altera el producto) hay una ‘food truck’ en la que se están preparando unos grasientos (y deliciosos) perritos calientes cuyo olor llega hasta Albacete (por lo menos).

Él, tú y todos, querido Ralph, si es que os mudáis a Los Ángeles. Porque si por algo engorda la gente cuando llega a esta ciudad es porque, a cada dos pasos (que rima con el marcapasos que te van a poner a los seis meses de vivir aquí) te encuentras con una ‘camioneta gastronómica’ con su correspondiente olor (normalmente son de comida mexicana o de hamburguesas y perritos; aquí el gusto no está en la variedad, avisados estáis).

Que claro, diréis vosotros, ¿no hay 'food trucks' de ensaladas?Pues mira no, no las hay. Más que nada porque aquí, al americano medio, la 'fritanga' le pirra.

Y es que entre pagar los 20 dólares por un ‘smoothie’ (hola, es un batido de toda la vida, pero tú llámalo así porque queda más ‘cool’) repleto de ingredientes que no pegan ni con cola (manzana, espinacas, té macha, semillas de polen, coco rallado y lágrimas de unicornio), o pagar 10 dólares y disfrutar de una hamburguesa con patatas fritas recién hechas en una freidora que lleva sin limpiarse desde ‘Gran Hermano 1’, pues no hay color.

Bueno sí, el de tus venas cuando no puedan procesar tanta grasa, pero quién dijo miedo. Total, que desde aquí te aviso ya de que la fragancia que perfumará tus días si decides instalarte en LA será la ‘Eau de fast food’. Ah, pero matizada con unas suaves gotas de polución y esencia de marihuana. Aunque de drogas ya os hablaré otro día.

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