Echo de menos dar dos besos en Los Ángeles

Se asustan, qué le vamos a hacer.

Carmen Raya en el cartel de Hollywood
Carmen Raya en el cartel de Hollywood / Carmen Raya

Fue una de las primeras cosas que aprendí cuando llegué a Los Ángeles. Más temprano que tarde tendría que dejar de lanzarme a las mejillas de las personas que acababa de conocer si quería establecer alguna relación de amistad. Aunque también os digo que menuda fantasía de caras las de los americanos cuando se dan cuenta de que una desconocida acaba de invadir su espacio personal.

Pero chicos, qué queréis que os diga, la tierra tira (y mucho) y yo a cada persona que me presentaban (sin importante su procedencia) le pegaba dos besazos de esos que te da tu abuela cada vez que te ve. Mala idea, ya os lo digo.

Claro, amiga, tú pregunta que yo te contesto. El motivo es que nadie me había puesto sobre aviso de que aquí el sueño americano se construye a base de apretones de manos y abrazos al aire. Sí, habéis leído bien lo segundo. Pero vayamos por partes. Aquí, cuando te presentan a alguien por primera vez, aunque sea un amigo de un íntimo amigo tuyo, le das la mano.

Tal cual, como si estuvieras entrando a una entrevista de trabajo y saludaras a tu interlocutor. Por ejemplo, el otro día vinieron a casa unos amigos y amigas (el saludo no entiende de sexos) de mi compañera de piso que yo no había visto en mi vida y todos, sin excepción, me dieron un apretón de manos.

Y tan 'really'. Que claro, os diré que cuesta dejar de abalanzarse sobre la gente cuando estás acostumbrada a echar el cuerpo para delante para rozar tus mejillas con las suyas. Vaya, que durante muchos meses, hasta que quise acostumbrarme, esta era yo cada vez que me presentaban a alguien.

Pero aquí no acaba la diferencia cultural en cuanto a saludarse. Una vez que ya conoces a esa persona, llega lo que a mí realmente me parece una 'extreme fantasy' ('fantasía extrema', bilingüismo): el abrazo al aire o lo que yo llamo el abrazo invisible. Esta segunda técnica se da cuando ya sois 'buddies' ('colegas', doble bilingüismo) y os veis a menudo.

Mientras que tú a tus amigos les das dos besos cada vez que los ves (tanto para saludarte o como para despedirte), aquí te 'medio abrazan'. Y mira, es que a mí que me dejen a medias nunca me ha gustado, qué queréis que os diga.

Y es que el abrazo invisible es una técnica en la que te rodean con un solo brazo y rozan un solo hombro con el tuyo. Una cosa rarísima de explicar si no lo experimentas en tus propias carnes. Porque claro, como os decía antes, yo siempre pienso "mira, para esto casi que prefiero el apretón de manos o el saludo a lo Star Treck y punto".

Así pues, como yo ya no tengo ni idea de qué hacer cuando me presentan a alguien o veo a alguien de nuevo, he desarrollado mi propia técnica que es la del 'Playmobil'. Yo dejo los brazos bien pegaditos al cuerpo yespero a ver qué cae. Si no me caigo yo primero perdiendo el equilibrio intentado no irme para adelante a darle dos besos, claro.

Aunque bueno, con el paso de los meses ahora he ido soltándome un poco más y ahora esta soy yo saludando a todo hijo de vecino. Todo desparpajo, oye.

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