'La sociedad de la nieve' en 'Lo de Évole' con los Strauch: "Me estaba preguntando si a su hijo nos lo comimos"

La película de J.A. Bayona inspirada en el libro de 'La sociedad de la nieve' que cuenta la historia personal de los 16 supervivientes del accidente de los Andes ha hecho que se vuelva a revivir todo lo que pasó durante esos 72 días. Como bien sabras un 13 de octubre de 1972 un avión de la Fuerza Aérea Uruguaya se estrelló debido a las condiciones meterológicas haciendo que primero sobrevivieran 29 pasajeros y que finalmente fueran 16 los rescatados después de pasar verdaderas penurias. Ahora, Jordi Évole ha entrevistado a los Strauch, tres primos que tuvieron un papel fundamental en esta historia.

Como te contábamos, tras el accidente del avión de la Fuerza Aérea Uruguaya fueron 29 de sus ocupantes los que sobrevivieron aunque las condiciones extremas de frío, la falta de comida y más penurias finalmente solo pudieron rescatar a 16 que fueron los que formaron la famosa sociedad de la nieve. En esta sociedad cada uno tenía su rol y este caso el de los Strauch fue decisivo a la hora de seguir con vida.

Quiénes son los Strauch en 'La sociedad de la nieve'

Fito, Daniel y Eduardo Strauch son tres primos que viajaban juntos en el vuelo 571 y que los tres lograron sobrevivir. A día de hoy siguen con vida y en una entrevista con Jordi Évole con motivo del estreno de 'La sociedad de la nieve' han hablado de cómo fueron ellos los primeros que dieron el paso en la decisión de alimentarse de sus compañeros para sobrevivir.

Eduardo fue uno de los primeros en sacar el tema de que si no empezaban a buscar formas de alimentarse iban a morir de inanición y la única manera de conseguir nutrientes era a través del consumo de carne humana. "¿Íbamos a seguir esperando a que nos rescatasen? Fue asqueroso lo tuvimos que que hacer. Toda la riqueza que teníamos eran los cadáveres porque era lo único que nos podía mantener vivos", comenta Fito en la entrevista con Jordi Évole.

Pero no solo fueron los que dieron el paso a la posibilidad de que comerse los cadáveres era la única forma de sobrevivir sino que fueron ellos mismos los que se encargaron de seccionar los cuerpos y repartir la comida entre sus compañeros. Los tres primos firmaron un pacto en el que solamente ellos sabrían a qué persona fallecida pertenecía el trozo de carne que se iban a comer. Un pacto que, según cuentan, a día de hoy sigue siendo secreto.

Además, para quitarle importancia a lo que estaban haciendo y que sus compañeros comiesen para sobrevivir se encargaron de decir que: "Esto es como el jamón crudo sin sal".

Tras el rescate y reunirse con sus seres queridos los primos Strauch recuerdan bien cómo reaccionaron las familiares tras comprender que habían comida carne humana de sus compañeros para sobrevivir.

"A mí solamente un padre me vino a preguntar si podía ir a buscar a su hijo a la montaña", recordó. "Él lo que me estaba preguntando es si a su hijo nos lo comimos o lo podía ir a buscar", agregó, dejando sin palabras a Évole.