La sostenibilidad pasa, necesariamente, por encontrar el equilibrio. También el territorial, en una Barcelona donde hay zonas que tradicionalmente han quedado apartadas de los planes de inversión municipal. Sin embargo, el programa Superilla Barcelona, en la regeneración de la ciudad, pone el foco en estos lugares. El objetivo se aleja de homogeneizar las diferentes zonas de la ciudad: a través de la equidad reconoce las características, singularidades y a la vez carencias de cada barrio para fortalecer el conjunto. Porque los 73 barrios de Barcelona, con su historia, geografía, tejido social y asociativo, y ciudadanía, forman los rasgos identitarios de la capital catalana.
Con la intención de intervenir en las zonas de la ciudad con déficits urbanísticos, el gobierno municipal ha llevado a cabo un trabajo de identificación para intervenir en las calles y barrios que necesiten una mejora urbana integral. Las principales actuaciones quedan recogidas en el Programa de Regeneración Urbana que, desde una perspectiva multidisciplinaria, ha identificado situaciones de insuficiencia y degradación –seguridad, habitabilidad– tanto de edificios como de tramas urbanas. Trabaja desde soluciones específicas para mejorar las condiciones de habitabilidad de los vecinos y vecinas del barrio y, además, reducir las vulnerabilidades de calidad de vida en la ciudad y lograr un desarrollo sostenible, socialmente inclusivo y con buenas condiciones en cuanto a accesibilidad y eficiencia energética.
Las medidas se están aplicando ya en Sant Martí, Sant Andreu y Nou Barris
El Ajuntament financiará una parte de cada actuación y acordará con los propietarios de las viviendas sus aportaciones a la rehabilitación. Actualmente se ha desplegado la mejora de los barrios de El Besòs i el Maresme (Sant Martí), Can Peguera (Nou Barris), Canyelles (Nou Barris), Trinitat Vella (Sant Andreu) y Bon Pastor (Sant Andreu). En El Besòs i el Maresme se está llevando a cabo la prueba piloto y se están haciendo las primeras inspecciones –las obras se ejecutarán a partir del 2022–, mientras que en Trinitat Vella ha acabado la primera fase de inspecciones con la instalación de medidas cautelares. En Canyelles, Bon Pastor y Can Peguera, en cambio, las obras ya han empezado y está previsto que acaben en octubre del año que viene en los dos primeros barrios, y a finales de 2022 en Can Peguera.
En otros espacios de la ciudad, como el barrio de Gràcia, también está previsto intervenir. En este enclave se ha desarrollado un plan especial para proteger tanto el patrimonio historicoartístico de este barrio como su identidad urbana. Para ello, además de reducir las afectaciones urbanísticas, se incrementará la vivienda asequible, protegerá el comercio de proximidad y los servicios.
Proyecto Vilaveïna
Más allá de la intervención urbanística, Superilla también contempla las necesidades de los distintos vecindarios. Para ello se ha impulsado VilaVeïna. Posant la vida al centre, una red de espacios de referencia centrados en los cuidados. A través de este se hará un diagnóstico de los cuidados en cada barrio a fin de intervenir donde sea necesario. La primera fase del proyecto considera la apertura de oficinas en Vilapiscina i la Torre Llobeta (Nou Barris), Provençals del Poblenou (Sant Martí), la Marina de Port (Sants-Montjuïc) i el Congrés i els Indians (Sant Andreu).