Dàmaris Gelabert

Los secretos del éxito de la reina de la música infantil en catalán

Si usted cursó la ESO y/o tiene hijos, nietos o sobrinos que viven en Catalunya, es muy probable que haya escuchado esta canción:

Se titula 'Els mosquits', lleva más de 390 millones de visualizaciones en Youtube y la canta Dàmaris Gelabert, un fenómeno de la música en catalán que tiene otros 'hits' como...

'Els dies de la setmana':
más de 223 millones de visualizaciones.
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'Bon dia':
más de 28 millones de visualizaciones
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Y, cómo no en estas fechas,
'M'agrada el Nadal':
2,9 millones de visualizaciones
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En plena época navideña, entramos en el estudio que la cantante tiene en Cardedeu (Vallès Oriental, Barcelona) para que nos hable de cómo pasó de dar clases de música en los colegios del pueblo a convertirse en un fenómeno: el suyo es el canal de internet en catalán con más reproducciones en Youtube.

Licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universitat de Barcelona, con un postgrado en Musicoterapia, Dàmaris Gelabert nunca tuvo como meta convertirse en cantante. Pero su proyecto de final de carrera en el Berklee College of Music de Boston (EEUU) marcaría su futuro. "Cuando estaba con los niños en clase me daba cuenta de que cuando les cantaba todo era más fácil. De ahí nació la idea de crear canciones para aprender música", que luego sería el germen de su primer disco y de su empresa, Totsona, un espacio que creó en Cardedeu junto a su marido, el músico Àlex Martínez, en el que componen y desarrollan las canciones y espectáculos que representan con enorme éxito a lo largo y ancho de los territorios de habla catalana.

Ahora mismo, Dàmaris y su marido tienen tres espectáculos en marcha ('Sóc feliç', 'Mou el cos', 'És l'hora de l'orquestra'), además del musical de Dagoll Dagom 'Bye bye monstre', del que han compuesto el repertorio musical y que se está representando en el Teatre Poliorama de Barcelona. En el siguiente vídeo la artista interpreta la canción principal del 'show'.

Al no encontrar apoyo económico en sus inicios, Gelabert y su marido tuvieron que autofinanciar su primer disco. Y el proyecto comenzó a rodar. "El disco funcionó muy bien y seguimos editando este tipo de canción que yo creía que faltaba en el repertorio catalán: temas con contenido pedagógico que se pudieran cantar en la escuela", recuerda Dàmaris. La artista vio que en Catalunya había un hueco que ellos podían ocupar. "Yo venía de EEUU y había estado también en escuelas de Inglaterra y allí tienen canciones que son una herramienta más de aprendizaje, porque los niños aprenden mejor cantando", recalca.

"Los niños se comunican mejor con música que con palabras"

"No nacemos sabiendo hablar, pero sí entendemos el sonido de cómo nos hablan"

Lo de los conciertos llegaría más tarde, y casi por casualidad. "Mi hija tenía un profesor que le decía que canciones como 'Bon dia' y 'Els dies de la setmana' eran populares. Y ella se indignaba y le respondía que eran mías", rememora. Esa anécdota les impulsó a darse a conocer y, a través de un verkami, autoprodujeron su primera gira por 11 teatros catalanes y una decena de videoclips. "Para rodar 'Els mosquits' cogimos a los niños, los metimos en una furgoneta y nos los llevamos al Montseny. Después de grabarlo, nos comimos un bocadillo". Hoy el vídeo cuenta con más de 390 millones de visualizaciones.

A pesar de cantar en catalán, la música de Gelabert está traspasando fronteras. "Los videoclips se ven en todo el mundo. Uno de los países donde más siguen mi canal es la India, y también se ve en Indonesia, en Brasil, en EEUU, en Japón...", enumera la cantante. "Hace unos días recibí un vídeo de una niña de Malasia cantando el 'Bon dia'. Su madre me preguntaba qué idioma era, porque le habían dicho que no era castellano", explica. Para ella, la razón de que la lengua no sea un problema está clara: "La música es universal. Solo tienes que imitar lo que suena".

Ahora su expansión prosigue, aunque a través de sus hijos. Laia, de 23 años, y Adrià, de 25, han creado un grupo junto a tres amigos (entre ellos Julen Music, del 'APM?'), The Grow Up Singing Band, con el que modernizan las canciones que han hecho famosa a su madre. De momento, acaban de lanzar cuatro piezas, dos en castellano y dos en inglés, donde hacen un guiño al 'Bon dia' (con cameo incluido de Dàmaris Gelabert), enseñan las vocales, el alfabeto y repasan hábitos como el lavado de manos. "Su padre y yo somos sus padrinos, pero la composición es cien por cien de los chicos", subraya la artista, una madre orgullosa: "Es bonito ver que los hijos siguen con esto".

Laia y Adrià son ya viejos conocidos para los fans de Gelabert, ya que les han visto en varios de sus videoclips más populares ('Bon dia', 'Qui sóc jo?...) y en algunos de sus espectáculos. "Adrià lleva tiempo tocando la guitarra con nosotros y Laia, aunque había hecho voces, se incorporó más tarde porque estaba en el grupo In Crescendo, el que ganó el concurso de TV-3 'Oh happy day!'", comenta Dàmaris. Junto a sus padres, durante el confinamiento, amenizaron con su música el encierro y ofrecieron diversos recitales en 'streaming', que luego han derivado en los 'Concerts en família' que ahora van tocando, en formato acústico, por los pueblos catalanes.

MÚSICA EN FAMILIA

El clan Martínez-Gelabert ofreció cinco conciertos en directo desde casa en 'streaming' durante el encierro por el covid, con más de 450.000 visualizaciones. Ahora tienen un espectáculo itinerante en el que participan los cuatro y un batería.

DÀMARIS GELABERT

La voz principal de los 'Concerts en família'.

ÀLEX MARTÍNEZ

El músico, marido de Dàmaris Gelabert, está al frente de los teclados en los 'Concerts en família'.

ADRIÀ MARTÍNEZ GELABERT

A sus 25 años, es el guitarrista del 'show'.

LAIA MARTÍNEZ GELABERT

A sus 23 años, pone la voz, toca el bajo y el violonchelo en los 'Concerts en família'.

Adrià y Laia son la nueva generación de una saga (la de los Martínez-Gelabert) que está consiguiendo que sus canciones se estén convirtiendo en clásicos de la música infantil catalana. "A nosotros no nos pasa como con el pop, que tienes un éxito al momento y luego pasa, sino que lo sigues escuchando 20 años después. Lo bonito de mis canciones es que se están quedando", reflexiona la artista, cuya próxima cita será en Cervera el 30 de enero, con el show 'És l'hora de l'orquestra', en el que se fusionan sus 'hits' con la música sinfónica.

-¿A veces se menosprecia la música infantil?
-Creo que ahora las cosas están cambiando, pero hemos tenido que luchar mucho. Cuando empecé con las actuaciones se le daba poco valor, te ponían a las cinco de la tarde a pleno sol con un equipo pequeño, cuando los otros tenían unos equipazos. Al final los programadores y los 'mánagers' han visto que el producto funciona, que tenemos nuestro público. Se está produciendo un cambio, pero todavía el presupuesto para el concierto infantil es 10 veces menor. Y en mi banda, por ejemplo, son todos profesionales y viven de esto. Tienen derecho a cobrar igual que otro músico.

"En la empresa hemos tenido muchos bajones"

"Menos mal que nunca nos dio por tirar la toalla"

-¿Considera que hoy en día los niños escuchan mucha música que no es propia de su edad?
-Sí, y los padres tienen que jugar un papel importante en este tema. Sobre todo porque hay música que tiene un contenido que no es apropiado para el niño y, dependiendo de la edad, tienes que frenarlo o explicarle al pequeño la letra, que no es adecuada para él. Es un trabajo educativo que, sobre todo, pertenece a la familia.

Puede que Rosalía sea la artista catalana que más triunfa en el mundo. Pero seguro que en las casas donde hay algún niño las canciones que más se tararean son las de Dàmaris Gelabert.

Este reportaje se ha publicado en EL PERIÓDICO en diciembre de 2021

Textos: Marisa de Dios
Fotos y vídeos: Manu Mitru
Coordinación: Rafa Julve