50 vivencias tras dos años de pandemia

"Tuve todos los síntomas que después se descubrieron que daba el covid-19 (...) La experiencia fue dura, ya que, al ser una persona de riesgo, el 'premio' hubiera sido peor. Tuve que reinventarme esos meses para que mi cabeza no se fuera de madre: ejercicios a través de tutoriales en YouTube, bicicleta estática, cargar baterías tomando el sol y leyendo. El covid me ha robado dos años de mi vida, que ya de por sí es corta"

"(...) Al no mejorar decidimos por descarte una PCR. Nunca pensé que eso sería el final de la persona que había estado a mi lado durante 44 años... A los pocos días se produjo el ingreso y fue cuando, sin saberlo, ya no le iba a ver más. Solo una vez al día, durante cinco minutos, me informaban, nunca hablé con él. No le volví a ver, y un triste día, a las 11:10 horas, la llamada fue: "Su marido se ha parado y no hemos podido hacer nada". ¡Terrible! No puedo superar la pérdida, pero es durísima la sensación que tengo de haberle abandonado aquel día en esa clínica"

"¿Es normal que un juez, en plena pandemia, fuerce que la policía ponga en la calle a una familia con un menor, que llevaba 15 años viviendo en un piso de un gran propietario (que no lo necesita para vivir)? ¿Y que los Mossos no se limiten a proteger la comitiva judicial -como es su obligación-, sino que envíen siete furgonetas de antidisturbios en un lugar donde no había violencia?"

"Mi madre tiene complicaciones cardíacas (...) Con lo bien que iba en su recuperación, el confinamiento en casa iba a ser un paso atrás. Eso pensábamos. Pero no fue así (...) Hacía yoga con su nieta, pedaleaba en mi bici estática mientras tatareaba canciones de Rocío Jurado o Joaquín Sabina, y aprovechaba cualquier rayo de sol para salir a la terraza a por un poco de vitamina D. Cuando dejaron salir a comprar, allí estaba mi madre, protegida como un liquidador de Chernobyl"

"Mi recuerdo más importante (ahora más que nunca), son los abrazos y los besos que no le pude dar a mi madre por la pandemia. Mi madre se fue el 8 de diciembre tranquila, sin dolor, pero pienso estos días en los que me ha quitado el covid en estos dos años"

"Tuve que hacer la "ruta de las farmacias" buscando Dolquine para la enfermedad crónica de un familiar. Era el momento en que se creía que ese medicamento era esencial para tratar el coronavirus. Al final, lo encontré

"Sin darme cuenta, he aprendido a soltar, a ser paciente, a aceptar que en la vida no tenemos control sobre nada en nuestras vidas (...) vivir más en el presente sin hacer grandes planes, dado que en un momento los planes se derrumban como un castillo de naipes. Soy consciente de que estamos viviendo un cambio de paradigma y muy probablemente nada volverá a ser igual que antes. Estoy aprendiendo a amar sin esperar nada a cambio, estoy aprendiendo que la muerte puede estar aguardándome a la vuelta de la esquina, ¿y qué?

"Un recuerdo de estos dos años de pandemia que no he borrado de mi mente ha sido el tener que dejar la compra a mis abuelos en el ascensor y saludarles desde la calle viéndolos salir por la ventana de su casa (...) Creo que tenemos el deber de hacer lo imposible para que nuestros abuelos no vuelvan a padecer nunca más lo que han sufrido durante esta pandemia. Por mi parte, los míos tengo claro que no pasarán por nada de eso"

"Aún sigo recordando cuando mi hija me hizo una videollamada desde la clínica mostrándome a mi nieta, que acababa de nacer. No puede evitar soltar lágrimas de alegría, y pensé que, a pesar de la maldita pandemia de covid y las muertes que nos estaba trayendo, triunfaba la vida, que es el bien más preciado que tenemos. Encantada, Alexandra, de haberte conocido, te quiero"

"Mi recuerdo más importante es cuando Hacienda me dio un palo por haber estado en erte. Desde ese día no he levantado cabeza y ahora no tengo ni para calefacción. En breve me veo perdiendo la casa y viviendo en la calle"

"Me impactó, al inicio de la pandemia, la primera vez que atravesé Barcelona de punta a punta a las 20 horas. La calle de Aragó vacía, en silencio, roto por los aplausos en los balcones y ventanas que me acompañaron unos minutos en los que me sentí emocionada y a la vez sobrecogida por lo que nos estaba tocando vivir"

"Después de aguantar el covid, asintomática, en septiembre de 2020 como una leona, la falta de movilidad se llevó a mi madre el abril de 2021 con 94 años y la cabeza perfecta. DEP"

"Lo que me impactó más es la asombrosa irresponsabilidad de dirigentes, negacionistas y parte del pueblo, que siguen sin entender lo peligroso que resulta flirtear con un virus mortal. Y me temo, a la vista de lo evidente, que no se ha aprendido mucho, y de lo aprendido no se asume que tiene un coste evitarlo ahora y... otra vez"

"Mi madre murió en una residencia (...) Pasó solamente un día y estaba cantando y aplaudiendo en mi balcón, llorando pero también feliz de ver que delante, en otros pisos, había gente celebrando estar vivos y animando al personal de ambulancias, policías, bomberos... y sobre todo a los trabajadores del súper de abajo. Hay que ser solidario aunque la vida te golpee"

"El pasado 16 abril 2020 falleció, en plena ola de covid, mi padre en casa (...) No poder acudir más de tres familiares al tanatorio y cada uno por su cuenta, sin poder ofrecerle a tu madre el cariño que necesita. Agradecer al personal del tanatorio de Viladecans su trato y al personal del CAP Torrassa (doctora Sempertegui y enfermera Araceli) el apoyo que nos dieron"

"(En el ocio nocturno) Efectivamente no piden el DNI, por lo que es muy sencillo engañar al portero mostrándole el pasaporte covid de otro. Pero eso no es lo peor: el colofón llega cuando, pasadas un par de horas y cuando todavía queda gente esperando entrar, la obligación de mostrar el pasaporte covid en la entrada desaparece y los porteros dejan entrar a todo el mundo sin importar si están vacunados o no"

"Al entrar en espacios públicos, aunque lleve la mascarilla, a la mínima que toso comienzan las miradas despiadadas y acusatorias que me señalan y desconfían, como si fuera una persona contagiada. Vuelve de nuevo la criminalización de la ciudadanía, donde la falta de empatía es el principal actor"

"El uso de mascarillas provoca dificultades en aquellas personas que tenemos algún tipo de discapacidad auditiva, ya que no podemos leer los labios y expresiones faciales y, además, la voz tiene menos proyección. Han pasado meses, y aún hoy no se ha generalizado el uso de mascarillas transparentes homologadas"

"En marzo del 2020, en Monterrey (México) apenas se oía hablar del virus (...) En México DF se nos avisó de la posibilidad de que el vuelo se cancelase (...) Aterrizamos (...) El aeropuerto estaba desierto; policía por todas partes, no daba crédito. Mi marido a la salida esperándome. Nos abrazamos intensamente, sin palabras, pues creímos en algún momento que no íbamos a poder reunirnos, nosotros, que jamás nada ni nadie nos había separado en décadas.