Sant Pau reconstruye la caja torácica de una mujer tras extirparle un tumor que afectaba a tres costillas y la salva de ir a cuidados paliativos

· Beatriz Pérez (textos)
· Ferran Nadeu (imágenes)
· Ramon Curto (diseño)

A finales de julio del año pasado, Pilar Pintor, de 61 años, se notó un bulto en la zona pectoral. Acudió preocupada al médico porque en 2012 ya había superado un cáncer de mama. "Me dijeron que, en principio, no era nada", relata Pilar. Sin embargo, el bulto comenzó a crecer, hasta alcanzar el tamaño de una pelota de tenis. Fue de médico en médico hasta que llegó al Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona). Allí la diagnosticaron: era un osteosarcoma, un tipo de cáncer que aparece en los huesos. En su caso, afectaba a tres costillas.

Pilar fue la segunda paciente de toda Catalunya en someterse a una reconstrucción de la caja torácica con una prótesis hecha a medida, de titanio y movible, lo cual permite el movimiento del tórax. Sant Pau extirpó a esta mujer las tres costillas del lado izquierdo, junto con la mama, y le reconstruyó esa parte del tórax afectada. Toda la intervención duró 12 horas.

La particularidad de esta prótesis que implantaron a Pilar es que se adapta a los movimientos de la respiración igual que las articulaciones originales. Se mueve, al respirar, como un acordeón. Sant Pau ya ha implantado tres (una más tras la de Pilar) y tiene una cuarta programada. Es el único centro catalán que realiza esta intervención en la que juegan un papel esencial los servicios de cirugías Torácica y Plástica. Esta reconstrucción ha salvado la vida de Pilar. "Sin ella, hubiera ido directamente a cuidados paliativos", dicen los médicos.

Aunque la operación fue un éxito, la mujer todavía está a la espera de saber qué terapia oncológica debe seguir para tratarse el cáncer que nuevamente la golpea. Pero los médicos están esperanzados porque Pilar se recupera poco a poco. "No tengo dolor, pero estoy cansada y aún sin fuerzas", contaba el pasado 31 de mayo, solo tres semanas después de la cirugía.

"Me encuentro bastante bien, pese a que fue una operación muy gorda. No he tenido dolor"
Pilar Pintor, paciente de 61 años

Pilar tenía un osteosarcoma, un tumor maligno de los huesos que, en su caso, afectaba a tres costillas de la parte izquierda de su caja torácica.

Durante la intervención, que duró 12 horas, también se le extirpó la mama izquierda. Para reconstruir la zona, los cirujanos cogieron parte del músculo de la pierna.

En el lugar de las costillas, se le colocó una prótesis de titanio que se adapta a los movimientos de la respiración, igual que las articulaciones originales. Como un acordeón.

Estas prótesis personalizadas permiten la reconstrucción de diferentes partes de la caja torácica. Sant Pau es el único hospital catalán que las implanta: ya ha puesto tres y tiene programada una cuarta. En toda España, solo los hospitales del Rocío (Sevilla) y Cruces (Euskadi) han realizado esta intervención.

Un material puntero

El primer paso en el desarrollo de esta prótesis fue realizar una tomografía computarizada (TAC) de alta resolución del tórax de Pilar. Esta prueba se envió al Departamento de Ingeniería Biomédica del Instituto Tecnológico Canario (ITC), que se encargó de su diseño y fabricación. La prótesis es de titanio de aluminio canario, un material muy ligero y, a la vez, con una alta resistencia. Este material puede aguantar el peso de una persona.

"En la cirugía torácica hemos innovado, desde 2014, con materiales que reconstruyen el movimiento del cartílago central del tórax. Así el paciente no pierde capacidad respiratoria", señala Donato Monopoli, jefe del departamento. La clave de esta prótesis es, precisamente, que garantiza la movilidad del tórax.

"[Esta prótesis] tiene estructuras elásticas y, así, el paciente implantado no pierde capacidad respiratoria"
Doctor Monopoli, jefe del Departamento de Ingeniería Biomédica del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC)
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12 horas de operación

La intervención de Pilar, que duró 12 horas, la llevó a cabo un equipo multidisciplinar de Sant Pau, liderado por los departamentos de Cirugía Torácica y Cirugía Plástica. "Los pacientes a los que se les hace esta intervención son casos límite, en los que la cirugía es muy compleja. Una de las limitaciones es la reconstrucción de la pared torácica anterior por su papel directo en el movimiento natural de la respiración", señala Juan Carlos Trujillo, jefe clínico del Servicio de Cirugía Torácica de Sant Pau, el cual extirpó el tumor. Según él, estas prótesis suponen un "avance" en estos casos, ya que "reducen las complicaciones" y "mejoran" la calidad de vida del paciente.

El doctor Trujillo resume en el siguiente vídeo la intervención a la que se sometió Pilar y las ventajas de la nueva prótesis.

"Las prótesis antiguas, que son rígidas, se pueden romper por el movimiento propio de la caja torácica y causar dolor al paciente"
Doctor Trujillo, jefe de Cirugía Torácica de Sant Pau

Este vídeo muestra la resistencia del material de la prótesis

La cirugía plástica

De las 12 horas que duró la operación, 9 o 10 correspondieron a la reconstrucción que llevó a cabo Cirugía Plástica. La misión de este departamento es, entre otras, que el paciente recupere las funciones normales de las zonas afectadas mediante reconstrucciones musculares. "La actuación coordinada con equipos multidisciplinares en casos como estos es básica. Permite que pacientes que no eran candidatos a cirugía y derivados a cuidados paliativos ahora sean pacientes con posibilidades de extirpación tumoral y reconstrucción", apunta Manuel Fernández, médico adjunto del Servicio de Cirugía Plástica.

El doctor Fernández explica en qué consiste la reconstrucción que lleva a cabo el equipo de Cirugía Plástica del hospital.

"Sin esta cirugía plástica, estos pacientes, tras extirparle el tumor, irían directamente a cuidados paliativos"
Manuel Fernández, médico adjunto de Cirugía Plástica de Sant Pau

Un reportaje de EL PERIÓDICO

Textos: Beatriz Pérez
Imágenes: Ferran Nadeu
Infografía: Ramon Curto
Coordinación: Rafa Julve