J.A. Bayona

de 'La Trini' a los Oscar

J.A. Bayona

de 'La Trini' a los Oscar

Un reportaje de
Juan Manuel Freire
Imágenes de
Manu Mitru

En plena conversación sobre la ubicuidad de los nepo babies, se diría que para hacer cine, o protagonizarlo, o llegar a los Oscar, ha de nacerse necesariamente en un entorno privilegiado y a ser posible cerca de Hollywood.

La verdad puede ser otra. No es fácil, requiere talento, el apoyo familiar, buenos profesores, buenos amigos y obstinación, pero es posible llegar hasta esos horizontes incluso desde un barrio de Barcelona tan humilde como Trinitat Vella. Allí creció J. A. Bayona y de allí no se ha alejado en exceso, a pesar de sus éxitos; no en vano su productora propia se llama La Trini.

En el siguiente reportaje repasamos el camino de este héroe del cine, sus orígenes, a través de los testimonios de cuatro figuras clave en su desarrollo artístico.

Luis Rey

Profesor de J.A. Bayona en el colegio Sant Josep Oriol

J. A. Bayona ha tenido muchos profesores, pero "el profe de Bayona" es solo uno, Luis Rey, estudiante de historia del cine con el mítico Miquel Porter i Moix y, a su vez, gran divulgador del lenguaje de las imágenes, que quiso y consiguió llevar a los colegios. Junto a su compañera Aurora Maquinay, elaboró los dos volúmenes de Cinema a l’escola, un par de influyentes manuales que sirvieron como base didáctica para profesores de dentro y fuera de nuestras fronteras.

Según recuerda, Luis conoció a Jota y su hermano Carlos en 1986, cuando estos empezaban sexto curso en el colegio Sant Josep Oriol de la Trinitat Nova. "Yo era licenciado en historia –explica–, pero no solo daba ciencias sociales, sino que me repartía con el profesor Adolfo muchas otras clases. Y me encargué de unos talleres de introducción al lenguaje del cine en los que estaban los hermanos Bayona. Como el cine comienza con la fotografía, empezamos haciendo heliogramas, fotogramas, un auca sobre los grandes inventos… Y el gran invento elegido por J. A., ya con 11 años, en sexto curso, fue el cine".

¿Elegido por J. A.? ¿O quizá por Carlos? Luis admite sin problemas que por aquel entonces tenía dificultad para distinguir a los gemelos.

"Cosa que me daba un poco de vergüenza, porque sus compañeros de clase los reconocían perfectamente. Para mí los dos eran brillantes. Y cuando corregía los exámenes, ambos tenían excelente".

Aquel detalle del auca parecía profético, pero fue un tiempo después, cuando Bayona tenía 16 o 17 años, que el profesor descubrió realmente la magnitud de la vocación de su alumno. "En aquel momento yo daba cursillos de introducción al lenguaje de cine en la zona de Nou Barris, a través de organizaciones, instituciones o agrupaciones. Y en uno de ellos me dijo: 'Profe Luis, yo quiero ser director de cine'. Dos años después me lo volví a encontrar en otro de estos cursos, de nuevo en primera fila. Y otra vez lo mismo: ‘Profe Luis, yo quiero ser director'". De nada sirvió que el profe Luis tratara de ponerle los pies en el suelo y señalarle la variedad de los oficios del cine. Él iba a dirigir.

"Yo daba cursillos de introducción al lenguaje de cine en la zona de Nou Barris. Y en uno de ellos me dijo: 'Profe Luis, yo quiero ser director de cine'
Luis Rey, profesor de J.A. Bayona en el colegio Sant Josep Oriol

En vista de su tozudez, igual había que hacerle caso e incluso animarle en su gesta. Fue lo que hizo Luis prestándole algún artefacto ("estaba haciendo películas en Super-8 y necesitaba un proyector para hacer el montaje sonoro"), y también Aurora al apuntarle en la dirección de la ESCAC. Ambos siguieron con atención los éxitos de J. A. en el corto, los videoclips o, finalmente, el cine. Rey siente debilidad por Un monstruo viene a verme, pero reconoce que La sociedad de la nieve "podría ser su película más importante" por lo que ve "en amigos y familiares".

J. A. Bayona posa junto a su padre, el pintor [industrial] Juan Antonio García y su madre, Piedad Bayona. FOTO: Ferran Nadeu

J. A. Bayona posa junto a su padre, el pintor [industrial] Juan Antonio García y su madre, Piedad Bayona. FOTO: Ferran Nadeu

A muchos les asombra el camino de Bayona, el arco que va de una infancia en La Trini a los fastos del Dolby Theatre de Los Ángeles. No tanto a Rey, cercano a los padres del director. "A Juan Antonio, la faceta artística le viene de su padre, Juan Antonio García, un pintor [industrial] que [durante los años 80] realizó carteles enormes de cine", recuerda. "Por otro lado, para lanzarse a este mundo hay que tener decisión, ser luchador. Y yo creo que esto, tanto a J. A. como a su hermano Carlos, les viene de su madre Pilar, que es una persona que ha estado siempre detrás de los hijos para que tuviesen cultura".

Jaume Macià

Jefe de estudios de la ESCAC

Recuerda al joven estudiante de cine como "un tío muy activo, que destacaba porque tenía muchas ganas de hacer cosas". Y por no conformarse con cualquier clase de clase: "Si algo no le gustaba, te lo decía y protestaba. Le recuerdo en mi despacho [además de profesor, Macià era una especie de coordinador] quejándose de algún profesor que él creía que no estaba a la altura. Pero la actitud era positiva; está bien que alguien se queje si las cosas no funcionan".

Ya en aquellos días, Bayona perseguía el horizonte del cine espectáculo, algo no demasiado común entre un alumnado con sueños de nouvelle vague. ¿Apoya la ESCAC esta visión hollywoodiense del director? "Nosotros no somos de los que piensan que en las escuelas solo se tiene que hacer un cine de autor dirigido a una élite intelectual", asegura Macià. "Es más, pensamos que esto es un error grave. Todo tipo de narración es muy digna e impulsamos un cine que pueda gustar a todo el espectro de la población".

Con la primera productora de la ESCAC, Escándalo Films, rodó Bayona su revelador corto Mis vacaciones (1999), y con otra productora de la escuela, Desastre de Cine, que llevaban Sergi Casamitjana y Aintza Serra, el corto El hombre esponja (2003) o notorios videoclips.

Los padres de J. A. Bayona, verdaderos creyentes en sus hijos, se jugaron la economía familiar pagando religiosamente cada año el millón de pesetas que costaba cada curso de la ESCAC (Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya), según relataba el hermano gemelo Carlos en el libro J. A. Bayona. De ‘El orfanato’ a ‘Jurassic World’ en solo una década, de Laura Seoane y C. David Carrón.

Jota entró a la escuela como un terremoto. Según se cuenta, en las pruebas de acceso desafió a los miembros del comité asegurando que haría cine o sin ellos. Entre los entrevistadores se encontraba el famoso director Paco Pérez-Dolz (A tiro limpio), quien al parecer quedó impresionado por los storyboards que Bayona trajo hechos de casa. "Me lo han contado muchas veces", dice Jaume Macià, actual jefe de estudios de la ESCAC. "Pérez-Dolz empezó a decir: '¡Este niño vale mucho, este niño hará cosas!' El hombre era buen profeta".

Macià tuvo a Bayona como alumno en una asignatura de primer curso, Dramaturgia, centrada en los argumentos universales, en cómo se han llevado al cine los argumentos literarios mitológicos.

"Hizo un trabajo, que conservé hasta hace poco, sobre el hombre artificial, o Frankenstein en concreto", recuerda. "Y el tío lo entregó en tapa dura, encuadernado… O sea, un trabajo de diez".

Jordi Sánchez

Cantante de OBK

En 1997, OBK era un grupo consolidado, con muchos discos vendidos y recién contratado por una multinacional, pero Jordi Sánchez (cantante) y Miguel Ángel Arjona (teclista) no acababan de estar satisfechos con un aspecto de su proyecto tecno-pop: el apartado visual. "Buscábamos a nuestro Anton Corbijn [el creador de la imagen de Depeche Mode y U2]", explica Sánchez. "Fue entonces cuando J. A. Bayona llegó a nosotros a través de [su hermano] Carlos", quien les había comentado durante una audición que su hermano era director y había empezado a hacer videoclips.

"Con Jota, en cada vídeo había que intentar superarse y había que hacer algo diferente, para no caer en el aburrimiento. Disfrutábamos mucho de a ver con qué nos sorprende."
Jordi Sánchez, cantante de OBK

Su primera colaboración, A contrapié, se rodó durante un día en los Monegros con un presupuesto ínfimo, de poco más de mil euros. “Cuando vimos el resultado, supimos que este había venido para quedarse, con nosotros por lo menos", dice Sánchez. "Nos gustó mucho el tratamiento del blanco y negro. La fantasía, la imaginación, la creatividad… Y eso que este era el vídeo, quizás, más claramente depechero. A partir de ahí, Jota expandió su creatividad".

Sánchez habla con EL PERIÓDICO en mitad de La Paloma, donde hace ahora veintitrés años se rodó el quinto de los 14 videoclips que acabaron haciendo juntos entre 1997 y el 2008.

Esta espectacular pieza, Tú sigue así, fue galardonada con el premio Ondas al mejor videoclip en el 2000. "Es que quedó impresionante", recuerda Jordi. "Me pusieron un ventilador y parecía que estaba cantando ante 200.000 personas. Para mí fue cuando Jota hizo el clic; cuando todo el mundo que se dedicaba a la creatividad en este país se dio cuenta de que detrás de ese vídeo había alguien a quien seguir muy de cerca".

Además de seguir rodando con OBK, Bayona firmó películas promocionales para Rosario, Raphael, Lolita, Nena Daconte, Bunbury y, sobre todo, Camela, a los que embarcó en encantadoras fantasías basadas en géneros cinematográficos.

Además de Tú sigue así, con OBK firmó vídeos tan cuidados como El cielo no entiende, Falsa moral (canción y vídeo inspirados en la historia de Mary Kay Letourneau mucho antes de Secretos de un escándalo) y el quizá mejor de su carrera, Quiéreme otra vez, juego provocador con iconografías pop.

"Con Jota, en cada vídeo había que intentar superarse y había que hacer algo diferente, para no caer en el aburrimiento. Disfrutábamos mucho de a ver con qué nos sorprende Jota. En Quiéreme otra vez había mucho de David LaChapelle, mucho colorido. Era un poco reírse de la frivolidad de la fama, hacer un vídeo muy distendido, pero con mucho impacto visual. En mis conciertos es todavía uno de los visuales que mantengo".

Juanjo Sáez

Ilustrador e historietista

A pocos se les habría ocurrido rodar un vídeo de Camela como un wéstern de Sergio Leone: Cuando zarpa el amor, recordemos.

Pero así es Bayona, a quien le gusta mezclar no solo referencias y géneros a priori lejanos, sino también a gente de diversos ámbitos.Por eso coló en el vídeo de Quiéreme otra vez, single de los populares OBK, a un Juanjo Sáez que todavía no había empezado a publicar sus libros más conocidos.

El ilustrador, historietista y padre de series como Arròs covat y Heavies tendres conoció a Jota a través de Carlos García Bayona, con quien coincidió inicialmente en la Fira del Disc. "Él hacía un fanzine sobre Depeche Mode y yo hacía otro llamado Círculo primigenio, mucho más enfocado a la música indie", explica. "Carlos era muy pesado y se pasó la feria pasándome cintas de Depeche. 'Escúchatelo, no sé qué…' También empezó a hablarme de su hermano, que hacía cortometrajes y tal. Le pasó mi fanzine y a raíz de ahí, un día quedamos, nos conocimos y nos hicimos amigos”.

J. A. Bayona, visto por Juanjo Sáez.

J. A. Bayona, visto por Juanjo Sáez.

Según escribió el propio Sáez en EL PERIÓDICO, Jota le dijo una vez que se hizo amigo suyo "por interés". "Jota dice cosas de ese tipo. Es que él es, o era, muy poco cariñoso. Le cuesta hablar sobre la amistad. Pero a la gente que valora, la conserva. Solo hay que ver el equipo que tiene en sus películas; es muy fiel a su gente".

"Sus colegas son los de siempre. Obviamente, ayer vi una foto de él con Scorsese; conoce a gente así. Pero sigue con la gente de antes también. Conmigo ha contado siempre para muchas cosas”.
Juanjo Sáez, Ilustrador e historietista

Sáez se refiere a la productora Belén Atienza, el director de fotografía Óscar Faura o los montadores Bernat Vilaplana y Jaume Martí, que fueron parte del equipo de sus primeros éxitos cinematográficos, pero también de verdaderos blockbusters como Jurassic World: El reino caído o la apabullante recta inicial de El señor de los anillos: Los anillos de poder. "Sus colegas son los de siempre. Obviamente, ayer vi una foto de él con Scorsese; conoce a gente así. Pero sigue con la gente de antes también. Conmigo ha contado siempre para muchas cosas”.

Para su primer corto, el querido y premiado Mis vacaciones (1999), Bayona tomó como referencia una historia de Pau March (Love me to love) publicada en Círculo Primigenio. Este relato iniciático y psicodélico tenía como clímax una parte de animación a la que Sáez aportó dibujos originales. "Pero Jota también dibujó un montón. En aquella secuencia animada, en realidad, creo que dibujó hasta su madre. Es un corto muy artesanal en realidad". Después colaborarían nuevamente en El hombre esponja o, como contábamos al principio, el vídeo de Quiéreme otra vez.

Según Sáez, si algo les une como artistas, es el origen: "Haber nacido en lugares no muy propicios para tener una actividad artística [el barrio de La Sagrera en el caso de Juanjo]. Eso quizá sea lo que nos une, esa lucha. Ir en contra de tu destino. Por otro lado, toda su cinematografía gira en torno a la infancia y a la figura de la madre. Y la mía… en gran medida también. Yo creo que de críos tuvimos movida; eso se ha quedado ahí. Los protagonistas de La sociedad de la nieve no son realmente niños, pero sí que son un poco niños abandonados, ahí solos".

La idea de ver los próximos Oscar intimida a nuestro entrevistado. Debería verla, pero no sabe si podrá soportarlo: "Es que cuando veo a Jota por la tele, en los Goya, en estas cosas, me pongo muy nervioso porque se pasa la gala llorando. En los últimos Goya creía que le daría un patatús. ¡Me hace sufrir mucho!".

Los Oscar

Mucho se hablado sobre las posibilidades de La sociedad de la nieve de ser distinguida con el Oscar a mejor película internacional. Ha tenido rivales serios, ciertamente, y La zona de interés se ha llevado la preciada estatuilla en 2024. Pero ya solo el hecho de estar en esa selección de seis supone un premio indiscutible, un hito (más) en la trayectoria de un director que ha perseguido sus sueños con pasión, sin pedir permiso y apartando a un lado valientemente las ansiedades de clase. Bayona ya ha ganado.

Un reportaje de EL PERIÓDICO

Textos:
Juan Manuel Freire
Imágenes:
Manu Mitru
Diseño:
Andrea Hermida-Carro
Coordinación:
Rafa Julve