'Keeping Up with the Kardashians'

El programa que cambió para siempre el sueño americano

Buscando emular el éxito de 'The Osbournes', emitido en la MTV entre 2002 y 2005, el canal por cable estadounidense E! estrenó el 14 de octubre de 2007 un 'reality' titulado 'Keeping Up with the Kardashians'.

Apenas 898.000 espectadores siguieron el episodio piloto porque, a diferencia del que fuera líder de Black Sabbath, la familia Kardashian-Jenner era una desconocida para el gran público. Entonces, pocos sabían de la existencia de la matriarca Kris Jenner y su esposo Bruce (un decatleta ganador del oro en las Olimpiadas de 1976), así como de sus pequeñas en común, Kendall y Kylie. Y lo mismo podía decirse de Kourtney, Kim, Khloé y Rob, los hijos ya adultos fruto del primer matrimonio de Kris con Robert Kardashian, el difunto abogado defensor de O. J. Simpson.

Atendiendo a ese pobre dato de audiencia, el espacio estaba predestinado a desaparecer de la parrilla. No obstante, para sorpresa de todos los implicados, con el paso de las semanas se convirtió en un fenómeno televisivo sin parangón. Prueba de ello es que, hasta 2021, se grabaron un total de 20 temporadas. Este mismo año, para suplicio de sus detractores, ha iniciado una nueva etapa bajo el nombre de 'The Kardashians' en el servicio de suscripción a la carta Hulu.

MUCHO MÁS QUE UN ESPECTÁCULO BANAL

Dada su verborrea y naturalidad ante las cámaras, medio mundo conectó de inmediato con esta familia en la que las mujeres, y no los hombres, definen los principales arcos narrativos. Aun pecando de superficial, cabe señalar que en varias ocasiones ha tratado cuestiones de alto calado sociopolítico. En la décima temporada, estrenada en 2015, abordó con todo lujo de detalles la transición de Bruce Jenner en Caitlyn Jenner, lo que marcó un hito televisivo de la visibilidad trans.

Otro claro ejemplo aconteció en 2018: tras haberse reunido con Donald Trump, Kim consiguió que el antiguo presidente de los Estados Unidos indultara a Alice Marie Johnson, una mujer de 63 años condenada a cadena perpetua por un delito de drogas no violento. La 'socialité' lleva años estudiando para ser abogada penalista. Al parecer, más pronto que tarde, va a salirse con la suya.

'PROTO-INFLUENCERS'

Anteriormente, los ricos y famosos marcaban los límites de lo público y lo privado, aquello que la gente podía conocer o no de ellos. Sin embargo, las Kardashian-Jenner redefinieron lo que es una celebridad en el siglo XXI porque, indistintamente, compartieron sus alegrías y miserias (ahí está el violento robo que Kim sufrió en 2016 durante la Semana de la Moda de París).

No lo hicieron sólo a través del televisor: 'Keeping Up with the Kardashians' coincidió con la irrupción de las redes sociales, lo que les permitió conectar a diario con una vasta audiencia fuera de los márgenes del propio 'reality', y sentó las bases de la figura del 'influencer'.

Por mucho que Kim, Kylie y Khloé hayan negado sus implantes donde termina la espalda, también son las culpables de un nuevo estándar de belleza que apremia las nalgas voluminosas y las siluetas curvilíneas. Lejos quedan aquellos tiempos en los que, alegando que eran demasiado vulgares, los tótems del lujo se negaban a cederles ropa: desde que Anna Wintour invitó a Kim a su primera MET Gala en 2013, ellas marcan las tendencias a golpe de selfie.

MAESTRAS DE LA MERCADOTECNIA

La familia al completo ha sabido aprovechar su exposición, tanto en la televisión como en las redes sociales, para promocionar sus aventuras empresariales. En la actualidad, la más acaudalada es Kim, cuya fortuna se estima en 1.800 millones de dólares gracias a Skims, su marca de lencería moldeadora, y SKKN BY KIM, una línea para la piel que lanzó este año después de deshacerse de KKW Beauty en 2021.

KYLIE Y KRIS JENNER

El segundo imperio lo lidera Kylie, con 700 millones: además del gigante del maquillaje Kylie Cosmetics, vende cremas (Kylie Skin), trajes de baño (Kylie Swim) y productos para el cuidado de los bebés (Kylie Baby). Kris Jenner, la matriarca del clan, tiene 230 millones de dólares; Kourtney, 65, y Khloé, 50. Kendall, al ser una de las modelos mejor pagadas del mundo, atesora 45 millones. Y, a pesar de que su carrera no es tan prolífica como la de sus hermanas, Rob resguarda en su cuenta corriente la nada desdeñable cifra de 10 millones de dólares. En efecto, convierten en oro todo lo que tocan.

POR LA BOCA MUERE EL PEZ

Con la fama, llegaron las controversias. Kendall, en 2017, fue vilipendiada en las redes por protagonizar un anuncio de Pepsi que banalizaba el movimiento Black Lives Matter. Y Khloé, en concreto, este verano recibió un aluvión de críticas por recurrir a la gestación subrogada (algo que Kim ya hizo en 2018 con su tercera hija, Chicago, y en 2019 con el pequeño Psalm) para tener a su segundo hijo, de nombre Tristan. Aparte, en lo que llevamos de 2022, Kim ha ofrecido un par de declaraciones muy cuestionables. Por un lado, aseveró en 'The New York Times': “Si me dijeras que literalmente tengo que comer caca todos los días y que me vería más joven, lo haría”. Mientras que, en las páginas de 'Variety', obsequió con este consejo a aquellas que quieren seguir sus pasos: “Levanta el puto culo y ponte a trabajar. Parece que nadie quiera hacerlo hoy en día”.

A veces se le olvida que cuando su padre falleció de cáncer de esófago en 2003, cuatro años antes del estreno del 'reality', sus hermanas y ella heredaron un patrimonio valorado en 100 millones de dólares.

Un artículo de EL PERIÓDICO