Un reportaje de María Jesús Ibáñez

Las rutas gastronómicas de EL PERIÓDICO se encaminan en esta ocasión, tras la primera entrega de los árboles frutales del Segrià, hacia las comarcas de Osona y el Lluçanès, en la Catalunya central. Allí descubriremos una potente industria alimentaria, la de los embutidos, líder también en innovación y auténtico motor de la zona, y visitaremos alguno de los obradores donde se elaboran estos productos.

La relación de Osona con la cría de cerdos y la elaboración de embutidos, como método de conservación de las carnes, se remonta a tiempos medievales. De hecho, la longaniza de payés, su producto más conocido, aparece ya citada en documentos del siglo XVI. Hoy, este sector, que se encuentra en plena transformación para adecuarse a los nuevos criterios ambientales, da empleo al 30% de los trabajadores de la comarca, factura más de 5.500 millones de euros al año y agrupa al 17% de las empresas de Osona. El 25% del valor añadido bruto (VAB) de este territorio deriva de la cadena agroalimentaria.

Los productos protagonistas

Cómo se elaboran

Cómo se elaboran

El embutido se hacía antiguamente en casa, los días de matanza del cerdo, que eran toda una fiesta en la que se reunían familias y vecinos. Ahora, el proceso ha introducido nueva maquinaria, pero la esencia se mantiene, asegura Xevi Codina, charcutero de Can Codina, en Taradell, y ganador de diversos concursos con sus longanizas y butifarras de huevo. El 'quid' del buen embutido, cuenta Codina, está en la calidad de las carnes. Él utiliza cerdo Duroc, "que no es tan húmedo y es más meloso", indica.

La elaboración empieza con el picado de las piezas seleccionadas, de la paletilla, del jamón y algunas partes más magras. Mientras, Codina parte unos trozos de panceta, los sazona con sal, pimienta y sal nitrificada y vierte las dos preparaciones (la carne triturada y la panceta sazonada) en la amasadora, que remueve las carnes durante unos cinco minutos.

La parte más delicada del proceso es el embuchado o embutido de la carne en la tripa natural, previamente lavada y desinfectada, de entre 55 y 60 milímetros de diámetro. En Can Codina el proceso es tan artesanal que a la mínima que se aprecia una posible rotura o se temen problemas en la curación, la longaniza se retira y se vuelve a hacer. "Las primeras dos semanas en el secadero son clave", señala el charcutero, mientras coloca los embutidos en la cámara, con temperatura y humedad controladas, donde reposarán un mínimo de dos meses. "Cuando el tiempo es frío, la fase final del curado lo realizamos en una masía de payés, como se hacía antiguamente", explica el elaborador de esta empresa familiar fundada hace 35 años por sus padres.

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EL TRITURADO DE LOS INGREDIENTES

EL TRITURADO DE LOS INGREDIENTES

EL SAZONADO

EL SAZONADO

EL AMASADO

EL AMASADO

LA TRIPA Y EL EMBUTIDO

LA TRIPA Y EL EMBUTIDO

CURACIÓN Y CONSERVACIÓN

CURACIÓN Y CONSERVACIÓN

EL RESULTADO

EL RESULTADO

Dónde encontrarlos

Dónde encontrarlos

En qué restaurantes comerlos

La lista de restaurantes en las dos comarcas es diversa y rica, por lo que se hace difícil hacer una sola recomendación. Varios de ellos han sido distinguidos por la oferta de sus cartas. Mas Monells, en Sant Bartomeu del Grau, trabaja los platos con cerdo de manera excelente, dentro de una línea de cocina tradicional. La Fonda Sala en Olost, con una estrella Michelin, tiene una destacada carta con platos de carne de cerdo, y también de caza. Can Ton, en Santa Eulàlia de Riuprimer, es otro local reconocido por sus carnes. Mencionar también la interesante propuesta gastronómica de Nandu Jubany (con restaurante en Calldetenes y también con estrella Michelin) y las apuestas de kilómetro cero de Cal Trumfo, en Oristà, y de Devici, en Vic.

Algunos cocineros de la comarca, agrupados en Osona Cuina, llevan años mezclando tradición e innovación, y vale la pena conocerlos. Tenéis la relación de todos los establecimientos en la web de la Associació d'Empresaris d'Hostaleria i Turisme del Moianès i d'Osona.

En qué comercios comprarlos

Abierto desde 1837, Ca la Teresona es uno de los comercios emblemáticos de Vic y tiene, además, un obrador abierto al público en el que los visitantes pueden, si quieren, elaborar su propio fuet. Hay que reservar antes, eso sí, en su página web, disponible en este link. Sus productos, especialmente las longanizas, han sido distinguidas en varios concursos charcuteros por su calidad.

Pero son decenas las empresas (más o menos grandes, más o menos artesanales) que se dedican al embutido en la comarca. Algunos de estos elaboradores cuentan en sus vitrinas con varios premios, como Xevi Codina, de Can Codina de Taradell, que lleva seis años imponiéndose con sus botifarras de huevo, ya sea en la categoría tradicional o en la singular, o David Riera, de Can Vilada de Vic, que también ha obtenido diversos galardones con la botifarra de huevo y con la longaniza.

Otros multipremiados de la comarca son Cesc Colom, de la Carnisseria Colom Vila, Josep Terradellas, de Can Cerilles, y los hermanos Toni y Dani Molist, de la Cansaladeria Molist, las tres en Manlleu, así como Josep Maria Saborit, de Can Saborit, en Calldetenes. Vale la pena probar también las longanizas de Sergi Mas, de Embotits del Ges en Sant Pere de Torelló (premiadas en 2017 y 2021) y las de Albert Codina, Embotits del Collsacabra, en Cantonigròs (2018), merecedoras de menciones en competiciones nacionales. Y este 2024 se han unido al club de elaboradores 'premium' Jaume Molas, de Can Molas de Vic, y Josep Viladecàs, de Agroalimentària Savassona, en Tavèrnoles.

Y ya que vas...

Y ya que vas...

La coca con longaniza, una mezcla de sabores contrastados

Ocho establecimientos del Lluçanès, entre charcuterías, panaderías y pastelerías, se han unido para crear una ruta muy singular: la de la coca con longaniza (que se puede consultar en este enlace). Y es que en esta zona de la Catalunya central es costumbre mezclar los sabores de la tradicional coca dulce, un tipo de bizcocho más o menos azucarado, con la longaniza de payés.
La coca puede ser de horno de pan, con o sin azúcar por encima o ligeramente anisada, según detalla el Ayuntamiento de Prats de Lluçanès, el municipio por donde discurre la ruta, situado en un paraje natural privilegiado.

Otro lugar donde también degustar la coca con longaniza es el pueblo de Folgueroles, ya en Osona, conocido no solo por sus dos productores de Coca de Folgueroles y Coca de Cal Mossèn, sino también por ser cuna de Jacint Verdaguer. Se pueden hacer visitas a la casa familiar del poeta, ahora convertida en museo, donde, entre otras actividades, también dan a probar esta peculiar combinación gastronómica.

Y come también queso

Una buena razón para visitar Osona son sus ferias. En abril, le toca al Làctium, que este año congregará a 40 elaboradores artesanos con más de 200 quesos distintos. Habrá un concurso de quesos artesanos catalanes (que ya es referente), un espacio para probar y descubrir de modo lúdico los quesos presentes en la feria y un premio al mejor pastel de queso, elaborado con producto catalán y artesano.

El próximo Làctium, que llega ya a su décimosexta edición, se celebra los días 20 y 21 de abril en el parque Jaume Balmes de Vic, cerca del centro histórico de la ciudad. La visita invita, pues, a dejarse llevar hacia las calles de ese núcleo antiguo, con la porticada plaza Major o Mercadal y la Catedral como visitas obligadas.

La comarca tiene una riqueza quesera de primera magnitud, con productos situados entre los mejores de Catalunya, según distintos catadores. Entre ellos destacan el Masover, un queso de cabra de Formatges de Ciuret de Vidrà; el Blau d'Osona, que elabora el Molí de la Llavina, una quesería de Centelles que se puede visitar previa reserva, o el Quars que produce el Mas Rovira, en Sora. También son remarcables el Garet Gran, del Mas El Garet de Tona; el Miner d’Espinelves, del obrador Formatges d’Espinelves; el Reixagó, de la quesería del mismo nombre de Olost, y el tomme del Serradet de Barneres, que elabora sus quesos en L’Esquirol.

Un reportaje de El Periódico

Textos: María Jesús Ibáñez
Diseño e ilustraciones: Andrea Hermida-Carro
Coordinación: Rafa Julve
Agradecimientos:
Fet a Osona, Xarxa de Productes de la Terra de la Diputació de Barcelona
Osona Turisme, Consell Comarcal d'Osona
Josep Dolcet, Fundació dels Oficis de la Carn