Una economía abierta al mundo que se ha multiplicado por tres

Por Rosa M. Sánchez
Diseño, ilustraciones e infografías:
Andrea Zúniga / Francisco J. Moya

Cuando EL PERIÓDICO salió por primera vez a los kioscos, el 26 de octubre de 1978, apenas se había cumplido un año de la firma de los Pactos de La Moncloa (15 de octubre de 1977). Aquel importante acuerdo económico y social estaba llamado a luchar contra la hiperinflación (había llegado al 28%) y a garantizar la paz laboral que debía acompañar el proceso de transición política hacia la democracia que había emprendido el país. Desde entonces, la economía española ha vivido una auténtica revolución espoleada por su incorporación a la entonces Comunidad Económica Europea (1986) y su apertura internacional.

En estos 45 años, el tamaño de la economía española casi se ha triplicado (se ha multiplicado por 2,8 veces) en dinero constante...

… al tiempo que se ha convertido en una de las economías más abiertas del mundo.

En 1978 las exportaciones españolas de bienes y servicios apenas representaban el 14% del Producto Interior Bruto (PIB). En 2023, el peso de las ventas exteriores supera ligeramente el 40%.

A pesar del gran crecimiento en los últimos 45 años, la economía ha reducido ligeramente su peso respecto del PIB mundial (ha pasado del 1,8% al 1,4%) en un periodo en el que la globalización ha colocado en primera línea mundial a gigantes como China, India, Rusia, Brasil, Corea o México. Los datos del Banco Mundial sitúan a España como la novena economía del mundo en 1978 y la décimoquinta en 2022.

Después de la apertura al exterior que supuso la incorporación de España a la Comunidad Económica Europea en 1986, el posterior proceso de adhesión de al euro (que se puso en marcha en enero de 1999) supuso la otra gran revolución de la economía española en los últimos 45 años. La armonización de políticas económicas fue la llave para embridar la inflación y los tipos de interés. El IPC, que había conocido tasas del 28% a finales de 1977 se instaló después del euro en una media del 2% que solo logró quebrar en 2022 la guerra en Ucrania y su choque de inflación:

Con el control de la inflación llegó la moderación de los tipos de interés. Los tipos de referencia para las hipotecas, que se situaban en el entorno del 22% a finales de los 70 se encuentran ahora en el entorno del 4%.

Y todo ello en una economía con una población activa que en estos 45 años ha pasado de 13,3 a 23,8 millones de personas (casi 10,5 millones más, el 78,5% de incremento) y que cuenta con 8,7 millones más de ocupados (hasta un total que supera los 21 millones) pero, también, con 2,2 millones más de parados. En 1978 existía una situación de pleno empleo (una tasa de paro del 4,4%) en una sociedad en la que solo una de cada tres mujeres formaban parte de la población activa.

El año 1978 también marcó el inicio del nuevo sistema fiscal español. Entonces se aprobó el primer IRPF español, con una tarifa progresiva que contaba con 28 tramos (hoy son 6) y con tipos impositivos que llegaban hasta el 65,5% (si bien existía un límite para que nadie pagara más del 40% de su renta). En 1978 también se acometió una reforma profunda del impuesto de sociedades.

En 1978, los ingresos por impuestos y cotizaciones que obtenían las administraciones públicas representaban poco más del 22,5% del PIB de entonces. En la actualidad, el peso se acerca al 40%

Y en los próximos 45 años...

'Avanzar en medio de la niebla', artículo de Antón Costas