Zara Larsson pasa de bodas... Hasta dentro de 10 años

La cantante Zara Larsson disfruta desde hace casi dos años de una sólida relación sentimental con el modelo británico Brian H. Whittaker, y aunque no suele hacer demasiado alarde de ello en las redes sociales o en sus frecuentes apariciones en los medios de comunicación, la artista sueca tampoco tiene problema alguno a la hora de satisfacer la curiosidad de aquellos interesados en desentrañar los misterios de su corazón.

Claro que, fiel a su carácter espontáneo y en ocasiones brutalmente sincero, Zara no puede evitar perder ligeramente la compostura cuando una pregunta le resulta algo intrusiva o, como ha ocurrido a su paso por la emisora de radio Capital FM, la cuestión lleva aparejada algún tipo de predicción descabellada sobre su futuro.

"Pero por Dios, ¿estás de broma?", le ha dicho al presentador del espacio matutino de la citada cadena después de que este le planteara la posibilidad de casarse con su novio a corto plazo. "Pero si solo es un adolescente... No", ha argumentado echando mano de la edad de su chico (19 años) y sin hacer referencia alguna a la suya, la cual no es muy superior (21, en concreto).

"No tengo intención de casarme y creo que al menos esperaré unos diez años", ha apostillado en la misma conversación la extrovertida vocalista, quien a diferencia de otras famosas de su generación no parece estar dispuesta a quemar etapas en su romance con tanta velocidad por muy de moda que se haya puesto en estos tiempos.

Eso no significa, no obstante, que el bonito bonito noviazgo de Zara y Brian no se cocinara, a mediados de 2015, con todos esos ingredientes que caracterizan a las relaciones actuales.

Tanto es así, que ella no se lo pensó dos veces antes de escribir un 'tuit' para llamar su atención que incluía varias fotos del modelo y el siguiente mensaje: "¿Quién eres, dónde vives, qué edad tienes, por qué eres tan guapo y cómo te gustan los huevos por la mañana?" La respuesta del británico se limitó a un simpático "Hey, soy yo" y a partir de ahí la conversación pasó al plano privado de los mensajes directos.

Y, bueno, pues unos cuantos años después (bastantes), habrá boda. Suponemos.