Tamara Gorro recuerda el secuestro que la marcó para toda la vida

Un nuevo episodio en la vida de la influencer.

Tamara Gorro en la presentación de su libro 'Cuando el corazón llora'
Tamara Gorro en la presentación de su libro 'Cuando el corazón llora' / GTRES

Sabíamos que el nuevo libro de Tamara Gorro,'Cuando el corazón llora', venía con nuevos datos sobre la vida de la empresaria, pero no exageramos si te decimos que no nos imaginábamos para nada que la ex de Ezequiel Garay hubiese intentado suicidarse. Y también que la secuestraron, ojo.

Si hace días te hablábamos del intento de suicidio de Tamara (ella mismo lo contó en la presentación de su nuevo libro), esta vez venimos a contarte un nuevo episodio en la vida de la instagramer. Y no es para nada agradable. La infancia de Tamara Gorro ha sido durísima, marcada por la separación de sus progenitores y sobre todo por la adicción a las drogas de su propio padre.

La exmujer del futbolista argentino lleva tiempo luchando por su salud mental. Sufre depresión severa y un cuadro de ansiedad importante. Está medicada, además la acompaña un psiquiatra. El nuevo libro y todo lo que ahora ha confesado Gorro tienen que ver con su terapia. Tamara siente ganas (y la necesidad) de compartir, verbalizar y hacer públicos algunos de los episodios sufridos a lo largo de sus primeros años de vida.

Cómo fue el secuestro

Javier Gorro, el padre de Tamara, conoció a la madre a los 19 años. Él era adicto, pero al enamorarse de Esther, quien tardó poco en quedarse embarazada, decidió alejarse de las drogas. Entró en rehabilitación y así estuvo durante tres meses.

El caso es que Javier volvió a recaer. Se separó, aunque las ganas de poder estar con su hija hicieron que volviera a desintoxicarse, esta vez en Proyecto Hombre. El tratamiento terminó y Javier Gorro quiso reencontrarse con su hija, todavía una niña.

A Tamara por lo visto le costaba separarse de su madre y de sus abuelos maternos para pasar tiempo con su padre, algo entendible. Llevaba tiempo alejada de su progenitor... Un día, tendría ella unos ocho años, ocurrió algo que la marcó para siempre.

"En el portal de mi yaya (...), apareció mi padre acompañado de un familiar", recuerda la influencer. Querían llevársela, aunque no era el día que le tocaba la custodia. Esa misma persona (Tamara no da nombres en el libro) volvió tras la muerte de su padre. De hecho, cuando Tamara Gorro decidió pasar unos días con los familiares de su progenitor, después de su muerte, fue cuando la secuestraron.

"Al segundo día de estar con ellos, la misma persona que acompañaba a mi padre al barrio de mis yayos me encerró en una habituación en la que solo había un cuadro de mi padre enorme y una cama (...)". Según cuenta, allí permaneció dos días sin poder salir. Chillaba, gritaba, "solo quería dormir, olvidar, desaparecer". La rescataron tres agentes de la Guardia Civil. Fue su madre quien pidió ayuda, ¡menos mal!

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