Sara Carbonero e Iker Casillas: de separarse a rejuntarse en una mañana

Pues si tenemos que volver a creer en el amor, volvemos a pegar las fotos juntos que habíamos roto con un poquito de washi tape y aquí no ha pasado nada.

Iker Casillas con algo que decir y Sara Carbonero
Iker Casillas con algo que decir y Sara Carbonero / GTRES

Vivimos con el corazón en un puño y la verdad es que eso en tiempos de pandemia nos viene regular: desayunábamos con la portada de la revista Lecturas en la que ni siquiera se daba como rumor, sino que se anunciaba que Sara Carbonero (37) e Iker Casillas (39) se nos separaban. Ahí comenzaba una mañana frenética y los reporteros corrían raudos y veloces a buscar a la periodista para captar sus primeras fotos y reacciones ante tremenda noticia. Nosotras tirábamos de archivo para recordar su boda, de la que poca gente se acuerda y finalmente llegaba ¡Hola! a escribir el penúltimo capítulo de la historia: el rumor queda contrarrestado, Iker y Sara no se separan.

¿Disculpa?
¿Disculpa?

Según la información que maneja la revista, que ha consultado a fuentes cercanas a la pareja (y queremos creer que son fidedignas, no estamos para más sustos), a pesar de que rápidamente se daba la información por válida, no lo es. Dice ¡Hola! que la noticia queda desmentida, que Sara e Iker siguen viviendo juntos en la misma casa, así que nada de pisos de alquiler ni vidas separadas. Por lo tanto, ambos seguirían teniendo como hogar familiar la casa de La Finca (en Pozuelo, Madrid) y el futbolista no se ha mudado a un piso en Paseo de Pintor Rosales (Madrid)

De hecho, tal y como ya contamos en su momento, parece cierto que Iker no se separó de su mujer en el tiempo que pasó en el hospital cuando tuvo que ser ingresada en enero y de hecho, cuando le dieron el alta salieron juntitos hacia su casa como una parejita feliz. Ahora se confirma que no era todo de cara a la galería, sino real, así que además de seguir con la rutina del día a día, juntos siguen haciendo planes y compartiendo momentos junto a sus hijos, Martín y Lucas.

Nunca es tarde (y más si una noticia y otra tienen solo unos minutos de diferencia) si la dicha es buena, y nosotras, que estábamos ya lamentándonos como si fuésemos nosotras las propias allegadas a la pareja, habíamos sacado nuestra poesía (a la vista de esta noticia está). Podemos volver a creer en el amor, Iker y Sara, de momento (chica, aquí ya no ponemos la mano en el fuego por nadie y quién sabe si esta tarde no vendrá un instacomunicado oficial), siguen estando juntos. Que nos dure.

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