Quim Gutiérrez, papá por Navidad: ¡foto bebé aquí!

Quim Gutiérrez y la modelo Paula Willems ya son papis. Padres del primer hijo, que no es poco. El retoño nació el pasado día 28 de noviembre, y aunque hemos tardado un pelín en enterarnos, aquí lo tienes: Papi de su primer hijo. Sí, es un niño y sabemos más detallitos, no te vayas.

Un hijo es el mejor regalo de Navidad que se puede recibir, ¿no crees? Así de felices y contentos estarán Quim Gutiérrez y su prometida, la modelo andaluza Paula Willems. Él tiene 40 años y ella 24. Ha sido Paula la encargada de compartir la noticia. Lo hizo, como era de esperar, con una bonita foto del bebé. Tiene un montón de 'likes' (más de mil) y muchísimas felicitaciones.

Y por qué han tardado tanto en dar la noticia, te estarás preguntando. Por privacidad. A Quim Gutiérrez y a Paula Willems siempre les ha gustado mantenerse alejados del foco mediático, sobre todo si se trata de sus vidas personales. Estos días han querido estar solo los tres, adaptándose a todo lo que conlleva la llegada de un nuevo miembro a la familia.

De hecho, Quim no ha dicho nada todavía sobre el nacimiento. Su última foto de Insta es para enseñar una mesilla de noche que él mismo restauró. La penúltima, una especie de homenaje a Paula unas semanas antes de convertirse en papá.

La historia de estos dos es bonita, aunque no muy conocida. Comenzaron a salir en 2016. Son discretos y la última vez que se dejaron ver juntos fue hace tres años en los Goya. Y no te creas que posaron juntos, qué va.

Fue en 2020 que Quim Gutiérrez pidió a Paula Willems en matrimonio. Ella es muy top en su trabajo. En 2016 se llevó el Premio L'Oréal a la Modelo Revelación. Ha pisado las pasarelas de París, Londres, Nueva York y Milán. Nació en Granada, pero sus orígenes son holandesas. Es una gran deportista y le encanta la vida saludable. De hecho, ha estudiado Actividades Físicas y Deportivas. Es también instructora de hipopresivos y fitness coach.

Dicho todo esto, ya solo nos queda por ver el primer posado familiar. Pero no el típico de las manos de mamá, papá y bebé. Queremos verles las caras, sobre todo la del niño. Aunque dado el historial de estos dos (son más difíciles de localizar que un billete de 500 euros), es muy probable que esto no pase nunca.