Pelayo Díaz es como el 'Ratoncito Pérez' y se hace joyas con dientes

De su perro Vidu

Pelayo Díaz
Pelayo Díaz / @pelayodiaz

Si hace unos meses la llegada de su perro Vidu puso patas arriba las redes sociales de Pelayo Díaz (34) y le llovieron las criticas, ahora vuelve a compartir un detalle de su mascota cuanto menos curioso. Y es que, ha decidido hacerse un colgante de diseño con uno de los dientes de leche de su perrito.

"Como sabréis a los perros también se le caen los dientes de leche como a nosotros, aunque suelen tragárselos sin darse cuenta... Estuve pendiente cuando se le empezaron a caer y los que conseguí salvar se los llevé a mi joyero @isidorohernandezjoyas para que diseñara algo con ellos" empezaba explicando el 'influencer'.

Pelayo Díaz explica como se ha hecho un colgante con los dientes de su perro
Pelayo Díaz explica como se ha hecho un colgante con los dientes de su perro / @pelayodiaz / INSTAGRAM

Después de varias pruebas y propuestas de diseños, finalmente Pelayo se decidió por un modelo en el que el diente está engarzado en un rectángulo de oro amarillo. Por supuesto, su chico no iba a ser menos, así que Andy tiene otro exactamente igual pero en oro blanco.

Pelayo Díaz enseña el colgante que se ha hecho con los dientes de su perro
Pelayo Díaz enseña el colgante que se ha hecho con los dientes de su perro / @pelayodiaz / INSTAGRAM

Las respuestas de sus seguidores a esta joya tan extravagante no se han hecho esperar, y la verdad es que las opiniones están bastante divididas. Por un lado, tenemos a los que les ha encantado la idea e incluso prometen inspirarse en ella para hacer algún recuerdo similar con los dientes de leche de sus mascotas, y por otro a los que piensan que se trata de una excentricidad sin sentido.

Desde luego él está encantado con su joya tan original pero a nosotras al ver estas stories nos ha entrado verdadera curiosidad por saber qué cosas usa la gente para hacerse joyas y la cantidad de historias curiosas que tendrán los joyeros para contar, ya que estamos convencidas de que el caso de Pelayo ni será el primero ni por supuesto el más raro.

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