Así narró Fayna Bethencourt el infierno vivido con 'El Yoyas'

Fayna Bethencourt y Carlos Navarro 'El Yoyas', en 2001
Fayna Bethencourt y Carlos Navarro 'El Yoyas', en 2001 / GTRES

Hay infiernos que, por desgracia, se vuelven a revivir y más si se trata de algo que ha sido noticia a nivel nacional. Hablamos, como no podía ser de otra manera, de todo lo que ha ocurrido con Carlos Navarro, más conocido como 'El Yoyas', de quien hemos sabido que se ha escondido en un bosque. Estas circunstancias se han dado tras emitirse una orden de busca y captura contra él por no presentarse en la cárcel para cumplir la pena que le han impuesto por maltrato hacia su ex, Fayna Bethencourt.

La pareja de este hombre, que lo conoció en 'Gran Hermano 2', programa gracias al cual ella también apareció en escena, ha tenido que revivir el infierno por el que pasó junto a esta persona, condenado por violencia machista. "No estoy contenta. Hay tristeza y mucho dolor. No me sale odiarlo. Sentí alivio", dijo esta mujer, de 44 años, nada más conocer la noticia de que este hombre iría a la cárcel por maltratador, tal y como recoge la revista 'Lecturas', que ha retomado aquel encuentro con Fayna para recordar lo que contó entonces.

Mal desde el principio

La víctima de 'El Yoyas' aseguró ante esta publicación que su mayor dolor era que sus hijos hubieran pasado por aquel calvario. "Recuerdo el día que verbalicé que me había maltratado. Hay mucho que he anulado. Por desgracia, hay cosas que han recordado hasta mis hijos. El amor por ellos fue lo que me hizo romper. No podía permitir que vivieran eso", aseguró, recordando también cuáles fueron las primeras señales que le indicaron que aquello no estaba funcionando bien.

"Un pisotón para que te calles, me apretaba la rodilla. Lo primero que me hizo fue que me apretó tanto la mano que se me saltaron las lágrimas. Luego, todo lo demás, era maltrato psicológico. Yo no lo veía", puntualizó en esta entrevista, donde aseguró que "vivía sometida a él" y que ni le dejaba trabajar ni le dejaba tener amigos o salir con ellos. Como dijo al principio, lo que no soportaba Fayna era que sus hijos vieran lo que estaba sucediendo.

"La primera vez que me dio una paliza delante de los niños, fue muy duro. Me cogió y pensé que no me iba a soltar. Me asusté muchísimo. Mi hijo pequeño, de tres años, intentó salir en mi defensa echándole un batido de fresa por encima", insistió entonces, en una entrevista donde tampoco faltan palabras como "miedo" o "vergüenza", entre otros chantajes emocionales que le llevaron a retirar denuncias por maltrato. En definitiva, una superviviente que merece su seguridad.

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