María Castro no se perdona las lágrimas que le provocó a su padre

Ahora que es madre le entiende perfectamente.

Selfie de María Castro
Selfie de María Castro / maria_castro_jato

Nos encantan las reflexiones que María Castro hace siempre en sus redes sociales ya que, tanto si es una reivindicación en torno a la maternidad, un post bonito dedicado a su marido o un texto de esos que te salen los días que estás intensita, suele tener más razón que un santo. Y esta vez no iba a ser menos.

Hoy ha querido recordar uno de los peores momentos de su vida, en el que no levantaba cabeza, pero no por revivir ese momento de dolor, sino porque por fin ha entendido a su padre, que lloraba desconsolado por su hija, y de las palabras que le decía. "Los padres (o madres, vaya…)… esos seres que siempre están, hagas lo que hagas, te portes como te portes, y seas quién sea… me refiero a esos momentos en que mudamos, pareciendo ser otros, pero sin dejar de ser nosotros mismos…", empezaba la actriz.

Y continuaba: "Mi padre no llora. Bueno, sólo recuerdo su llanto una vez… no, dos. El segundo provocado por mí, y cada vez que lo recuerdo, no me lo perdono. Pero al mismo tiempo qué podía hacer yo… todos nos equivocamos “eligiendo” alguna vez…. En ese momento yo no estaba bien… nada bien. Ahora lo pienso y digo, “qué necesidad”… si el sufrir por lo que te haga o deje de hacer otro persona, debería darnos igual… o llorarlo sí, pero corto… porque quién te quiere NO te hace sufrir, ya sabemos que eso es así".

Parece ser que habla de un mal querer, como diría Rosalía, pero lo importante en esta reflexión no es qué hacía que María estuviera así, sino cómo se sentía su padre al verla. "El caso es que cuando estaba en el de momento en el que me costaba levantar cabeza, él lloró… mucho… como no le había visto nunca … Y sólo decía: 'por favor, pásame tu dolor a mí… si pudiera llevarlo yo encima, y no tú'. Ay, papá… no era para tanto (luego lo supe) y por otra parte los dolores no se trasladan… pq de alguna forma, cuando los pasamos, nos hacen crecer y ser más fuertes…"

Ahora por fin, ha comprendido lo que quería explicarle su padre en ese momento, porque solo pensar en ver a sus hijas pasando por algo así, se le parte el corazón. "Pero ojalá, ojalá se pudiera… no por cualquier chorrada, o no, que haya podido vivir yo en el pasado, sino por las que vendrán a través de nuestras hijas… miedo me da!… porque aliviarles sus dolores, en la mayoría de los casos, aliviaría también nuestra propia alma… alma de padres, que aunque gozan casi siempre con los hijos, sufren en momentos como nunca. Ojalá se invente el traslado de dolores para entonces… ojalá".

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