Kim Kardashian se vuelve viral por sus muebles superincómodos

Se ve que Kim no pasa mucho tiempo sentada en esa silla... 

Los interruptores de la casa de Kim Kardashian y Kanye West
Los interruptores de la casa de Kim Kardashian y Kanye West / INSTAGRAM

Las Kardashian se diferencian del resto de mortales por su estilo de vida único (bueno, vale, y por sus retoquitos), de ahí que muchos y muchas quieran ser como ellas y tener lo mismo que ellas (más allá del dineral), hasta los muebles.

Y es que cuando Kylie Jenner (24) mostró las oficinas desde las que dirige su imperio cosmético, las solicitudes para conseguir un empleo en la compañía se multiplicaron porque aparentemente todo el mundo quería trabajar en aquel espacio zen decorado en tonos blancos con acentos rosas.

Su hermana mayor, Kim Kardashian (41), ha querido demostrar ahora que la pequeña de la familia no es la única que ha creado un pequeño paraíso desde el que vigilar sus muchos negocios.

La ex de Kanye West ha compartido un vídeo del cuartel general de su nueva marca de productos para el cuidado de la piel, SKKN, que se ha vuelto viral por la silla que preside su escritorio: una pieza de madera de Michele Lamy sin respaldo y con aspecto de resultar poco cómoda para sentarse en ella más de cinco minutos.

La silla de la oficina de Kim Kardashian
La silla de la oficina de Kim Kardashian / kimkardashian / INSTAGRAM

Vamos, que muchas horas no pasa ahí trabajando la Kim.

En el caso de Kylie, en su espacio de trabajo la funcionalidad no está reñida con el diseño, e incluso cuenta con una habitación de juegos para sus hijos, pero Kim sí parece haber realizado concesiones en el proceso de decoración que corrió a cargo de Tommy Clements y Waldo Fernandez, para que la estética prime sobre la comodidad.

Esta no es la primera vez que la estrella televisiva deja boquiabiertos a sus seguidores al mostrar una de las estancias que más utiliza en su día a día. Cuando abrió las puertas de su mansión a la revista Architectural Digest, antes de su separación de Kanye, tuvo que explicar que los lavabos de su cuarto de baño funcionaban perfectamente a pesar de que no contaban con un sistema de drenaje tradicional o una pila para recoger el agua, y que tampoco necesitaban lámparas porque todo el techo era un panel luminoso.

También mostró una habitación en la que solo había una especie de peluche gigante de color blanco con forma de calamar, que era en realidad una escultura de Isabel Rower.

Y para rematar, la nevera que tenía más metros que tu casa y la mía...

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