Kim Kardashian se plantea cortar con Balenciaga por su última campaña publicitaria

Kim ha flipado con los anuncios que ya han sido retirados. 

Kim Kardashian de amarillo
Kim Kardashian de amarillo / GTRES

Después de todo el jaleo que se ha montado y con razón, Kim Kardashian (42) ha reconocido que no sabe si seguirá colaborando con la casa de moda Balenciaga tras la polémica que ha originado la última campaña publicitaria de la compañía, en la que aparecían varios niños abrazados a unos ositos de peluche vestidos con accesorios propios del bondage y cosas de ese rollo...

Aunque la firma no ha tardado en disculparse y retirar de todos lados todas esas imágenes promocionales, la celeb y empresaria estadounidense está muy enfadada ante las incomprensibles decisiones creativas tomadas por una de sus marcas favoritas. Kim ha celebrado la rectificación de Balenciaga, pero todavía le invaden dudas sobre la fiabilidad de la compañía de cara al futuro. Vamos, que no sabe si seguir currando con ellos.

"Sobre mi futuro con Balenciaga, ahora mismo estoy reevaluando mi relación con la marca, en base a su voluntad de aceptar las consecuencias y responsabilidades de algo que jamás debería haber sucedido. Espero acciones por su parte en relación con la protección de los niños", ha señalado Kim en el comunicado que ha publicado en sus redes sociales.

La exmujer de Kanye West (45), al igual que muchos seguidores y compradores habituales de Balenciaga, no terminan de comprender cómo una marca de semejante categoría ha podido caer en el error de frivolizar sobre el abuso infantil a las puertas de una temporada tan familiar como la navideña. Bueno, da igual la temporada que sea porque esto es inaceptable.

Kim ha tenido oportunidad de hablar con directivos de la empresa para pedir explicaciones y exigir culpas, pero no ha querido profundizar en las respuestas ofrecidas por la firma.

"Como madre de cuatro niños, me he quedado temblando después de ver las imágenes. La seguridad de los niños debe ser tomada muy en serio y cualquier intento de normalizar el abuso infantil, de cualquier tipo, no debería tener lugar en nuestra sociedad. Punto", ha señalado.

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