Kate Beckinsale cree que ser tan lista le ha perjudicado en su carrera

No es país para listos.

Kate Beckinsale ingresada en el hospital

Kate Beckinsale ingresada en el hospital por una rotura de un quiste ovárico

/ Raoul Gatchalian

Kate Beckinsale dice que su "altísimo coeficiente intelectual" es una "desventaja" en Hollywood. Vale, sabemos que la actuación es una profesión en la que no es necesario ser un cerebrito para triunfar pero, ¿de ahí a que haya supuesto un obstáculo en su carrera? Pues ella está convencida de que sí.

La actriz británica, que se formó en la Universidad de Oxford y actualmente protagoniza la serie 'Guilty Party' en Paramount+, hizo esta atrevida afirmación durante una entrevista con Howard Stern el miércoles, revelando que tiene un coeficiente intelectual de 152. De media, las personas tienen un coeficiente intelectual de entre 85 y 115, por lo que la puntuación de 152 de Beckinsale la sitúa en el 1% de la población a la que se la considera superdotada.

Sin embargo, la actriz de 'Underworld' dice que la inteligencia no ha sido una ventaja en su carrera, sino todo lo contrario. "Todos los médicos, todas las personas con las que me he cruzado, me han dicho: 'Serías mucho más feliz si fueras un 30% menos inteligente'", empezó a relatar. "Pero no me sirve de nada ser tan lista. No me sirve de nada en mi carrera. En realidad, creo que podría haber sido una desventaja".

Beckinsale estudió literatura francesa y rusa en Oxford, antes de abandonar la carrera para dedicarse a la interpretación. La actriz londinense, que aún hoy habla ruso con fluidez, se trasladó a Estados Unidos a finales de los años noventa. A pesar de ser una actriz muy conocida en Hollywood, y de haber conseguido papeles en películas míticas como 'Pearl Harbor' o 'Serendipity', no ha conseguido igualar el éxito de algunos de sus compañeros de profesión.

La actriz se está recuperando después de haber sido hospitalizada en Las Vegas el mes pasado, tras sufrir una lesión en la espalda durante el rodaje de su nueva película, 'Prisoner's Daughter'. Sin embargo, no te vayas a creer que se lesionó rodando una escena peligrosa, sino que fue de la manera más random: mientras intentaba ponerse unos leggings en su habitación de hotel.

"Después de haber hecho ochocientas o novecientas películas de acción, me hice daño poniéndome un par de leggings... sentí como si una especie de cuerda de guitarra se rompiera y todo fue horrible. No podía caminar, no podía acostarme, no podía sentarme. No podía hacer nada", dijo recientemente a James Corden.

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