Inma Cuesta casi se la pega por culpa de los tacones

A todas nos puede pasar.

Los tacones le juegan una mala pasada a Inma Cuesta
Los tacones le juegan una mala pasada a Inma Cuesta / KLA

A veces ser una diva cuesta (y nunca mejor dicho) horrores. Como dirían nuestras madres: "para presumir hay que sufrir". Pues exactamente eso es lo que ha pensado Inma Cuesta tras el UUPS!! que ha sufrido con los tacones que se ha plantado para ir al Festival de Cannes. La pobre casi besa el suelo tras ver como el zapato le jugaba una mala pasada y se le salía del pie.

Menos mal que estaba allí su Penélope Cruz (44)amiga Penélope Cruz (44) para sujetarle, porque de lo contrario no lo habría contado...¡Y tenemos fotos del momentazo!

Inma Cuesta casi se la pega en Cannes por culpa de los tacones
Inma Cuesta casi se la pega en Cannes por culpa de los tacones / Mama / Splash News / GTRES
Ay Pe, ¡qué me caaaaaaigo!
Ay Pe, ¡qué me caaaaaaigo!

Vamos a ver, no es ni la primera persona ni la última que se enfrenta a esta situación tan UUPS!! No lo sabemos a ciencia cierta, lo mismo se encontró una moneda en el suelo y quería cogerla, o le quedaba grande el zapato...

Todas, alguna vez en la vida, nos hemos caído por culpa de los taconazos y no es de extrañar, porque si nos subimos a una plataforma de 10 centímetros pues que quieres que te diga, lo peor que te puede pasar es que te caigas de bruces contra el suelo.

No hace falta que venga Rappel a decírnoslo.
No hace falta que venga Rappel a decírnoslo.

Pero Inma también es humana y este tipo de cosas son muy comunes entre las famosas. Lo que está claro, es que el tacón se está convirtiendo en el peor enemigo de las mujeres. Bueno, vamos a dejarlo en que es una relación amor/odio.

Pe ha hecho lo que tenía que hacer y ha cogido a Inma del brazo para que no se caiga... Porque si tenemos que esperar a que Bardem se mueva, la pobre seguiría en el suelo. Él lo ha visto todo desde fuera y le ha sido imposible no reírse de la situación.

Tú también te has reído, ¿verdad?
Tú también te has reído, ¿verdad?

Finalmente, todo ha quedado en una anécdota graciosísima, que fijo que no va a olvidar.

Eso sí, como consejo, la próxima vez que alguien se suba a un tacón... ¡Cuidado!

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