¡Ya puede estar Feliciano (López)! Su madre supera el coronavirus

Y él lo cuenta todo. 

Feliciano López tiene nuevo ligue
Feliciano López tiene nuevo ligue / KLA

Pocas veces hemos visto a Feliciano López hablar demasiado de su vida privada, de su boda con Sandra Gago casi casi hasta el día del enlace no supimos demasiado si no fuera por la periodista, pero ahora, Feliciano se ha desmelenado y ha soltado prenda sobre la otra mujer de su vida: su madre. Y es que hablar de esto era necesario ya que el coronavirus les ha tocado muy de cerca.

Resulta que la madre de Feliciano, Belén, ha pasado la enfermedad y todo por estar en primera línea de guerra: ¡es enfermera! Un ejemplo más de gente 'famosa' que se ha visto las caras con el Covid, al igual que le pasó a la influencer Madame de Rosa.

Ahora el tenista ha querido contar cómo lo han vivido y dedicar unas palabras a su madre. Está 'feliciano' y superorgulloso:

"Mi madre, enfermera de profesión que ha superado la Covid-19 gracias a Dios, está deseando volver a su trabajo porque dice que ella ha escogido esa profesión y hacen falta muchas manos en estos momentos en su hospital", ha contado en una carta para ABC.

Por suerte su madre está bien y él puede contar lo mucho que le ha ayudado la profesión de su madre en su carrera como tenista: "Entre muchas de sus enseñanzas, hay una que la llevo grabada en mi mente y me acompaña siempre. Cuando empecé a competir y perdía un partido, la decepción era tremenda y ella muchas veces me decía: Hijo, es un partido de tenis, los dramas de verdad son los que veo yo en el hospital. ¡Gracias, mamá, por abrirme un poco los ojos! Confieso que en las derrotas más duras esas palabras me han ayudado a relativizar lo que significa perder un partido". Oy, oy, qué bonito.

Y Feliciano se lo tomó en serio, ya que tal y como ha contado en un directo de Instagram, a los 14 años hizo la maleta y cogió la puerta para irse a Barcelona y convertirse en lo que es hoy: "Por un lado me daba miedo irme de casa tan joven, pero por otro lado veía a otros jugadores. Me tranquilizaba y me daba esperanza. Era la oportunidad de mi vida. Pero con 14 años no tenia la madurez de esas cosas. Mi madre lo pasó muy mal porque al final estábamos a 600 kilómetros. Una vez que estaba allí yo era feliz".

¡Pues aplausos infinitos para él y su madre!

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