El collar que metió a Meghan Markle en un lío con la monarquia británica
Tal y como se esperaba, la biografía de los duques de Sussex titulada 'Finding Freedom'está sirviendo para desvelar detalles desconocidos sobre el cúmulo de circunstancias que les habrían empujado eventualmente a renunciar a su estatus de 'royals' y abandonar la monarquía británica, una salida que se hizo efectiva el pasado mes de marzo.
Para Meghan Markle (38), una de las primeras pistas de lo que podría esperar de su vida junto al Príncipe Harry (35) llegó en los inicios de su relación, cuando recibió el primer 'toque de atención' acerca de su vestuario.
A finales de 2016, en la época en que ella aún residía en Canadá para grabar la serie 'Suits', Meghan fue vista llevando un discreto collar de oro con las iniciales 'H' y 'M', que se cree que le regaló el nieto de Isabel II. Ese detalle se interpretó como una confirmación indirecta de los rumores que por aquel entonces ya habían comenzado a circular acerca de la pareja, y no hizo ninguna gracia en el palacio de Kensington.
Los autores del libro, Omid Scobie y Carolyn Durand, aseguran que la duquesa recibió una llamada telefónica de uno de los empleados de la familia real británica para informarle de que este tipo de comportamiento, por romántico que pudiera parecerle, solo conseguiría que los paparazzi redoblaran su acoso y generaría además más titulares.
"No dijo demasiado durante la llamada, y en su lugar se limitó a escuchar los consejos que le ofrecieron. Pero tras colgar el teléfono, se sintió frustrada y alterada", afirma uno de los capítulos.
Esa conversación la dejó muy consternada, porque no entendía cómo alguien podía entrometerse y opinar acerca de las joyas que se ponía o si sonreía o no a los fotógrafos cuando se daba de bruces con ellos por la calle.
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