Por esto Beyoncé, siempre será una 'Queen'

Cuando vemos a Beyoncé (38) sobre un escenario solo podemos ver a una mujer fuerte, segura y que inspira a millones; sin embargo la cantante nos ha sorprendido concediendo una entrevista en la que se ha sincerado hablando de su vida privada, algo poco habitual en ella, y nos ha contado cómo vive su maternidad, lo que ha sentido con los cambios por los que ha pasado su cuerpo, e incluso de lo que le supusieron los abortos espontáneos que sufrió en el pasado.

La vida de Queen B y Jay Z (50) parece un cuento de hadas, especialmente porque casi nunca hablan de ellos mismos, por eso nos encanta que la cantante haya abierto su cuore y mejor aún de la forma en la que lo ha hecho. Las preguntas que ha contestado son las que le han enviado sus fans a través de Facebook e Instagram y no se ha cortado un pelo a la hora de hablar de cosas tan íntimas con la pérdida de un bebé: “Aprendí que el dolor y la pérdida eran un regalo. Esos abortos me enseñaron que tenía que aprender a cuidar de mí misma antes de ser madre de otra persona”.

Pero también ha hecho una reflexión que nos ha encantado hacia su cuerpo y cómo sus inseguridades han quedado atrás (sí amiga, hasta ella las tiene) y ha decidido abrazar sus curvas: “Si alguien me dijera hace 15 años que mi cuerpo sufriría tantos cambios y fluctuaciones, y que me sentiría más femenina y segura con mis curvas, no lo habría creído. Pero los niños y la madurez me han enseñado a valorarme más allá de mi apariencia física y realmente a comprender que soy más que suficiente sin importar en qué etapa de la vida me encuentre..." Un aplauso para esta mujer.

La cantante habla de conciliación y de cómo hace malabares para llevar a Blue al cole y a<strong> Sir </strong>y <strong>Rumi </strong> los gemelos Sir y Rumi a sus actividades, pasar tiempo con su churri y atender su multimillonaria empresa... como cualquier madre, vamos.

De paso ha hablado de su marca Ivy Park que lanza en enero en colaboración con Adidas y para muestra, este fotón que no puede gustarnos más.