Al habla la mujer que trabajó 17 años para Isabel II y sólo duro uno con Harry y Meghan Markle

Como novia del príncipe Harry, el primer alto miembro de la familia que Meghan pudo conocer oficialmente fue nada menos que a la difunta reina Isabel -que falleció en septiembre pasado a los 96 años tras un reinado histórico de 70 años-, pero no entendía por qué tenía que hacer una reverencia a la abuela de Harry. Así lo contó: "Estábamos en el coche e íbamos a almorzar a Royal Lodge, y él dijo: ‘Mi abuela está aquí, vamos a encontrarnos con ella después de la iglesia’. Recuerdo que íbamos en el auto y me preguntó: ‘¿Sabes hacer una reverencia?’. Y pensé que era una broma".

Como novia del príncipe Harry, el primer alto miembro de la familia que Meghan pudo conocer oficialmente fue nada menos que a la difunta reina Isabel -que falleció en septiembre pasado a los 96 años tras un reinado histórico de 70 años-, pero no entendía por qué tenía que hacer una reverencia a la abuela de Harry. Así lo contó: "Estábamos en el coche e íbamos a almorzar a Royal Lodge, y él dijo: ‘Mi abuela está aquí, vamos a encontrarnos con ella después de la iglesia’. Recuerdo que íbamos en el auto y me preguntó: ‘¿Sabes hacer una reverencia?’. Y pensé que era una broma".

/ D.R.

Samantha Cohen trabajó para la difunta reina Isabel II durante 17 años como secretaria de prensa y más tarde fue ascendida al puesto de secretaria privada adjunta. En 2018 se convirtió en secretaria privada del duque y la duquesa de Sussex a petición personal de la soberana, pero renunció al cargo en 2019 entre rumores de que lo había hecho como protesta por el trato que Meghan Markle daba supuestamente a los empleados de palacio.

Ella siempre se negó a pronunciarse sobre este último punto, pero eventualmente se confirmó que se encontraba entre los diez miembros del personal entrevistados por el palacio de Buckingham como parte de la investigación que se abrió en torno a las quejas realizadas por tres empleados que trabajaban con el matrimonio en su día a día, y que salieron a la luz a través de varios correos electrónicos que Jason Knauf, el jefe de comunicación de los Sussex, envió a sus superiores y al departamento de recursos humanos.

El salseo es real

Al margen del breve año que pasó al frente de la oficina de Harry y Meghan, sobre el que prefiere no hablar, Samantha sólo tienes cosas buenas que decir sobre su experiencia en palacio, y en especial sobre la reina Isabel. Según ella, a la soberana le encantaba que las cosas le salieran mal a pesar de la fama de estricta que se ganó por aferrarse al protocolo en sus apariciones públicas, porque los fallos rompían la rutina y le alegraban el día, y era una persona sin ego que se sentía muy cómoda en su propia piel.

También hacía gala de una intuición inusual a la hora de comprender el poder de las nuevas tecnologías para una persona de su generación. Samantha aún recuerda lo entusiasmada que estaba la monarca con la idea de lanzar una cuenta de YouTube de la familia real.

"Hicimos una maqueta y le enseñamos a la reina lo que era YouTube. Dijo: 'Fantástico'. Le pareció bien. Más tarde recibió llamadas del Vaticano y de la Casa Blanca para decirle: 'La Reina tenía un canal en YouTube antes que nosotros'", ha recordado Samantha en declaraciones al diario australiano Herald Sun.

Samantha veía a la reina casi a diario antes de dejar la casa real en 2019 e incluso tenía su propio dormitorio en el castillo de Windsor, además de ser invitada a llevar a viajar con su familia a la residencia de Balmoral o Sandringham cuando tenía que acompañar a Isabel.

"La Reina y yo solíamos hablar mucho. La echo de menos, era una mujer especial... Me encantaba, me encantaba, me encantaba el trabajo como secretaria privada adjunta de la Reina. Fueron tiempos felices porque la Reina estaba en plena forma", ha asegurado con nostalgia.

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