Nicki Minaj se sincera sobre sus adicciones: 'Soy igual que mi padre'

La cantante ha revelado que llegó a desarrollar una fuerte dependencia a un medicamento que le fue recetado

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Nicki Minaj addiciones
Nicki Minaj addiciones / Bang Showbiz

La rapera Nicki Minaj no ha tenido reparo en hablar alto y claro sobre sus ya superadas adicciones. Hace unos años, a la cantante se le recetó un potente fármaco, llamado Percocet, para aliviar sus dolores menstruales, pero en ningún momento fue consciente de que el medicamento, pese a ser necesario, también le resultaría altamente adictivo. De esta forma, la artista ha querido denunciar la falta de información que, en ocasiones, conlleva la prescripción de ciertas sustancias.

"Nadie me dijo que era un narcótico y que era tan adictivo. Por suerte, fui capaz de controlarme. Pero, cuando has desarrollado una dependencia, siempre serás dependiente", ha reconocido en conversación con la revista Vogue. La estrella del hip hop ha aprovechado la ocasión para pedir a sus fans que se piensen "dos o tres veces" el consumo de determinados medicamentos, que es precisamente lo que hace ella tras haber vivido semejante experiencia.

La cantante, de 40 años, ha admitido que es propensa a la adicción, al igual que su malogrado padre. La niñez y adolescencia de Nicki se vieron claramente marcadas por el carácter conflictivo de su progenitor, quien falleció a los 64 años tras estrellar su coche en medio de una persecución policial. Parte de su actitud y comportamiento problemáticos se explicaban, como cuenta la artista, por el papel que el alcohol y las drogas jugaban en su día a día.

"Siento que soy igual que mi padre. Y ahora me doy cuenta de que la gente no hacía ciertas cosas porque quisiera herir a su familia. La adicción controla sus cuerpos y sus vidas. Ellos son víctimas también", ha añadido en tono conciliador.

La presión de la fama y el escrutinio público también son factores de riesgo en este sentido, opina Nicki, quien está convencida de que la muerte de artistas como Michael Jackson, Prince o Whitney Houston estaban de algún modo relacionadas con su deseo de vivir en su "propio mundo". "O se rieron de ellos, o se les criticó, o vivían sus batallas en silencio. Hablamos de los mejores de la historia. Pero un día decidieron: '¿Sabes qué?'. Prefiero automedicarme y estar en mi propio mundo", argumenta.

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