Otro viaje desde casa: a Francia, por el aniversario de la toma de la Bastilla

Chica en París tomando un aperitivo
Chica en París tomando un aperitivo / ISTOCK

Suenan los hielos. 'Clín, clín'. Se abre una lata. 'Cronch'. Llega el ruido sordo del algodón que huele a nuevo. Falta ver el reflejo de los fuegos artificiales sobre las fuentes de París pero podemos abrir un vídeo y verlo en cualquier pantalla. Ya está. Estamos en París. Es 14 de julio y en el verano más atípico de nuestra historia podemos 'viajar' con los sentidos. Celebramos el día nacional de Francia, la conmemoración de la toma de la Bastilla y de la Fiesta de la Federación de 1790, símbolo de la unión en el país de nuestros vecinos. Y, como seguramente seas de las muchas que ha preferido no viajar físicamente este año, vamos a hacer que Francia venga a ti...

Y lo vamos a hacer, para empezar, brindando... Con un postre.

Porque hemos descubierto el aperitivo francés, su versión del vermú (que no se han inventado para seguir la moda, Lillet se creó en 1872) y está tan bueno que de verdad merece la pena que cojas unos hielos y te llenes un vaso porque telita, quizá lo mejor de este año haya sido descubrirlo y eso son palabras mayores.

Está bueno así, a sorbitos y bien frío, pero como estamos de celebración, hemos encontrado una receta que le da ese toque 'chic' que suena muy repipi pero oye, que nos viene fenomenal para describir lo que imaginamos que va a ser un postre de lo más especial: mezcla 100 gramos de fresas, 50 de frambuesas y 15 gramos de azúcar, añade un buen chorro de zumo de naranja, unas gotitas de zumo de limón y dos cucharadas soperas de Lillet rosé. Déjalo enfriar una hora o añade muuuucho hielo y lo tienes.

Cóctel con fresas y Lillet
Cóctel con fresas y Lillet / ISTOCK

Mientras se enfría, eso sí, toca preparar una 'sena de pigcoteo'.

Que no se enfaden los 'vecis' que esto es una broma que viene de un anuncio, que nos conocemos.
Que no se enfaden los 'vecis' que esto es una broma que viene de un anuncio, que nos conocemos.

Más allá de comprar unas baguettes o unos cruasanes y cualquier cosa que parezca francesa (tenerlos tan cerca nos hace parecer conocedores de todas sus costumbres, incluida su grastronomía), se nos ocurre que es buena idea preparar uno de sus más famosos platos cuando llega el 'caloret parisiènne' (toma mezcla de no idiomas): la pissaladière, una especie de pizza con cebolla y las anchoas que hemos sacado de la lata al comienzo de este reportaje que te va a encantar. Es típica de Niza, pero cuando la pruebes, también lo va a ser de tu casa.

Y antes de recibir a los invitados (que lo mismo lo haces sola en casa y bien estará también), toca cambio de 'look': hay que ponerse una camiseta marinera, emblema internacional del estilo francés. Nuestras favoritas se fabrican en España (algo había que barrer pa' casa), gracias a una empresa sostenible llamada The Playa & Co.

Y bueno, pues todo listo para hacer un homenaje al más puro estilo francés, que no se diga que aunque nos quedemos en casa no hacemos planazos...

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