Hacer la colada: el verdadero thriller de terror 'made in Hollywood'

Miedito.

Carmen Raya en el cartel de Hollywood
Carmen Raya en el cartel de Hollywood / Carmen Raya

Una de las cosas que más me sorprendió cuando llegué a Los Ángeles fue la sincera preocupación que mostraban muchos españoles residentes aquí desde hace años, sobre si tenía lavadora y secadora dentro de mi apartamento. Que claro, tú imagínate instalarte en un nuevo país y que a tus compatriotas solo les interese ese dato. Raro, ¿verdad? Así pues, a la pregunta "¿y tienes lavadora y secadora dentro del apartamento?", yo contestaba tal que así:

Porque sí, amigos, yo puedo decir que durante casi un año entero viví en un piso donde lavar la ropa seguía siendo un acto privado llevado a cabo en la intimidad de tu hogar. Sin embargo, mi burbuja de felicidad se vio truncada cuando me mudé a Santa Mónica. Sí, queridos, ahora vivo en la playa pero no sin antes pagar un precio muy alto. Y sí, también es el del alquiler desorbitado que pago, pero no, el precio más importante de todos se llama: 'laundry room' (chan, chan, chan.... música de tensión y de miedo).

Tranquilo, no me extraña.Ojalá y yo no tuviera que hablar de ello, pero creo que desmontar este mito hollywoodiense es totalmente necesario. Comenzaré explicando que una 'laundry room', para los que no lo sepan, es una sala comunitaria donde se encuentran lavadoras y secadoras para uso y disfrute de todos los vecinos.

Por ejemplo, en el de mi edificio podemos encontrar tres lavadoras y cuatro secadoras para unos 20 apartamentos en el que, aproximadamente, viven una media de dos personas en cada uno. ¿Quién hizo las cuentas? Pues ya os digo yo que el mismo que calculó el número de botes salvavidas que debían ir en el Titanic.

Ay, Leo, siempre estoy nerviosa cuando se trata de hacer la colada en este, tu país. "¿Por qué?, me preguntaría él si me conociese (todo llegará) y os preguntaréis también vosotros (los que no me conocéis seguidme en Instagram y os saludo). Varios son los motivos y he aquí que me vais a permitir la licencia de haberlos desglosado en esta lista que he bautizado como "The American Laundry Horror Story'. Porque, amigos y amigas, hacer la colada en los Estados Unidos significa...

1. ...quedarse en casa y no hacer planes

Atrás quedaron los días de decirle a tus amigos, "espera que pongo la lavadora, nos vamos de cervezas y y cuando vuelva la tiendo". Já. Las 'laundry room' tienen normas (que se encuentran en un tablón en la pared como si de un instituto se tratara) y una de ellas es que tienes que estar pendiente de tu ropa y sacarla en cuantito termine la lavadora y/o secadora. ¿Broma? Ninguna. Así pues, aquí Hollywood sí que acertó cuando en las películas podemos ver que alguien le dice a sus amigos que no puede quedar porque "tengo que hacer la colada". Verídico.

Mi 'life goal' (meta en la vida, bilingüismo) era ser influencer, pero ahora con que me hagan la colada me conformo. Ah, y el otro motivo por el que decía "Já" a lo de "espera que pongo la lavadora y así para cuando vuelva la tiendo", es que aquí la gente no tiende la ropa. Han sucumbido a la secadora. Y mirad, yo puedo con muchas cosas en la vida, pero lo de no tener un 'tendedero' en casa (o en el edificio) me parte el alma.

2. ...tener siempre monedas a mano

El país que vio nacer a Bill Gates y a Marck Zuckerberg; el país que presume de tener más cámaras de vigilancia en las calles que paparazzis siguen a Kim Kardashian; el país en el que puedes pagar con tarjeta 'contactless' un paquete de chicles en una gasolinera en el desierto de Arizona, etc., en ESE PAÍS, las lavadoras y las secadoras funcionan con monedas de 25 centavos.

Pues eso digo yo, Hillary, que estamos en el siglo XXI. Así que nada, ahí que voy yo todos los meses al banco a pedir que me den esos paquetitos con monedas para que la colada no me pille en 'bragas' (nunca mejor dicho). Aunque bueno, en honor a la verdad, en algunas casas se han modernizado y puedes pagar con unas tarjetas que recargas a través del móvil. Y yo les tengo mucha envidia. Y sí, nunca pensé que podría tenerle envidia a alguien por la manera en la que paga su colada. Por cierto, la lavadora cuesta 1,75 dólares y la secadora 1,25 dólares. Este es el precio medio, pero depende del edificio.

3. ... vestirse y salir de casa

Seguro que Verdeliss tarda menos en salir por la puerta con sus seis hijos (o los que tenga, que yo solo me aprendí los de Angelina y Brad) para llevarlos al colegio, que yo para poner la lavadora. Pero entre elegir modelito (no vaya a ser que coincida con el vecino guapo), organizar la ropa sucia (sí, habéis leído bien) dentro de la bolsa para que solo se vea la bonita (no vaya a ser que coincida con el vecino guapo) y acordarme de coger el detergente, el suavizante, las monedas y las llaves de casa... me dan las grapes (uvas).

Eso sí, por si a alguien le pica la curiosidad... Jamás de los jamases te encuentras con el vecino guapo. NUNCA. NEVER. Vaya, que la escenita 'made in Hollywood' de un par de vecinos dándolo todo en la 'laundry room' es mentira cochina. Nunca mejor dicho.

A la que, por el contrario, SIEMPRE te encuentras es a esa ¿adorable? anciana de unos 75 años que siempre está dispuesta a esperarse a que el único tanga sexy que tienes (el de pillar, todas tenemos uno) se caiga al suelo cuando estás a punto de introducirlo en la lavadora sin que nadie lo vea. Que yo creo que a la próxima que me la encuentre directamente voy a hacer esto:

Pero bueno, es que mucho me temo que las 'laundry room' en Estados Unidos son el equivalente a las obras en España para los jubilados. Vaya, que seguro que luego le cuenta a sus amigas que "la del primero se está cargando el único tanga sexy que tiene porque lo está metiendo con las toallas". Lo que yo os diga.

4. ... tocar ropa mojada que NO es tuya

El verdadero sueño americano es encontrarte el tambor de la lavadora totalmente vacío para introducir tu colada. Porque mira, de la secadora te lo paso porque es ropa limpia y seca, pero lo de la lavadora.... Pocas cosas me han dado más asco en mi vida que el día que tuve que sacar un calcetín totalmente empapado de la lavadora (chupito cada vez que escriba lavadora, pero es que no he encontrado un sinónimo, lo siento) antes de meter mis cosas. En serio. No le deseo ese momento ni a mi peor enemigo. Qué digo, ni a mis exnovios. Así de serio es el tema.

Pero aquí viene la otra gran pregunta y lo que realmente da más pánico de las 'laundry room'. ¿Dónde van a parar esas prendas "perdidas"? Pues a un cesto que yo he bautizado como 'el cesto de la vergüenza' porque, básicamente, está lleno de ropa interior de vecinos que ha sido encontrada por otros vecinos. FANTASÍA.

Porque claro, una sudadera, una jersey, unos pantalones... Todo esto no se pierde en la lavadora. Son solo las pequeñas piezas (ropa interior y calcetines) las que se quedan dejadas de la mano de Dios allí y claro, a ver quién mete la mano ahí luego... Así pues, esto es lo que yo haría con este cesto maldito.

5... rezar para que el trasvase 'lavadora-secadora' sea lo más limpio posible

¿Sabéis cuando en vuestras casa se os cae alguna prenda al suelo pero es vuestro suelo y le sopláis un poco y la tendéis? (ahora es cuando nadie más hace esto y quedo como Mercedes Milá cuando dijo que ella hacía pis en la ducha). Pues imaginaos lo que es que se te caigan unas bragas (y sí, pongo siempre el ejemplo de la ropa interior porque es algo muy íntimo y personal) recién sacadas de la lavadora para pasarlas a la secadora y toquen el suelo. Un suelo que ha sido pisado por todos tus vecinos y que no sabes cuándo lo limpiaron por última vez.

De ahí que salga así de la 'laundry room' cuando no consigo mi objetivo.

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Resumiendo, ahora entiendo que los españoles se alegraran por mí al saber que tenía lavadora (chupito) y secadora 'in unit' (bilingüismo). No querían que tuviese que pasar por la 'laundry room', qué majetes. Y os confesaré algo, echo mucho de menos a mi familia, pero más a nuestra lavadora. Miss u, amiga.

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