Hemos probado la almohadilla refrescante de Ikea: dormir sin sudar no tiene precio (bueno sí, menos de 10 euros)

Si no puedes pegar ojo por el calor...

Chica durmiendo
Chica durmiendo / Istock

En julio y agosto haríamos lo que fuera por dormir a pierna suelta sin sofocos ni sudores, eso lo tenemos claro tú, yo y media España. Que en verano está muy bien lo de la piscina, la playita y demás pero a la hora de dormir... O te gastas una pasta y mucha energía poniendo el aire acondicionado o el ventilador, o conviertes tu cama en el Aquopolis. Pero tranqui, que si eres de las que suda lo más grande en la cama, tenemos la solución: la almohadilla refrescante REXBEGONIA de Ikea.

Almohadilla refrescante de Ikea


/ Ikea

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Solo por su diseño azul, la cosa ya invita al fresquete y menos mal porque vaya mesecitos estamos pasando... Además, por su diseño, te vale para muchas cosas más que para utilizarla en la cama. Te la puedes llevar a todos lados y refrescarte en el sofá, el coche... Hasta a la oficina. Verás qué envidia.

No es la típica almohada como puedes ver por sus dimensiones y su grosor, lo que hace que te la puedas llevar a todas partes como te decíamos.

Nosotras la hemos probado y chica, qué fantasía. Si ya encima a esto le sumamos que cuesta menos de 10 euros...

Apunta: si quieres que tenga un mayor efecto refrescante, métela en una bolsa de cremallera reutilizable y déjala en la nevera durante una hora (el material es transpirable y absorbe la humedad). Y no te preocupes si se te mancha de helado o lo que sea (sí, lo que sea), tiene un mantenimiento muy sencillo, ya que se puede lavar a máquina a 40 ºC y secar en la secadora. Aunque para que sea más higiénico todo, te recomendamos ponerla siempre bajo una funda, sábana o lo que sea, que no queremos que se quede pegado todo el sudorcillo a su tejido especial.

Mide 80 cm de largo y 60 cm de ancho, lo que te da para cubrir una almohada o para poner sobre la mitad de la cama. Además, la almohadilla también protege la almohada y el colchón, manteniéndolos como nuevos y prolongando su vida útil, que es un puntazo, la verdad.

A ver, todo depende de cada cuerpo y tampoco podemos esperar que el fresquito te dure las 8 horas de sueño pero para poder conciliarlo vale de sobra. Y por el precio que tiene... ¿No crees que vale la pena dejar el abanico, las mil posturas imposibles en la cama y parar de contar ovejitas?

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