Kristin Davis (Charlotte en 'Sexo en Nueva York') reconoce el desastre de sus labios operados

En la primera temporada de 'And Just Like That' muchos comentaron los extraños labios de Charlotte, ahora la actriz dice que es culpa de los médicos.

Kristin Davis, Charlotte en 'Sexo en Nueva York', sobre sus operaciones de labios

La actriz no se parece ya a su versión en 'Sexo en Nueva York', pero ¿te pareces tú a quien eras hace 20 años?

/ Bang Showbiz

Cuando se anunció que finalmente llegaría la secuela de 'Sexo en Nueva York' ('And Just Like That') en HBO Max, las actrices protagonistas sabían muy bien lo que se avecinaba en cuanto se disipara la emoción inicial por la noticia: comentarios de jijísjajás o directamente hirientes y debates interminables acerca de los cambios que se han producido en su físico, o la ausencia de ellos.

Las tres protagonistas originales (Kim Cattrall no apareció en la primera temporada del spinoff pero ahora se vienen cositas con Samantha Jones) son ahora mujeres que ya han cumplido los 50 y que tienen que aguantar las comparaciones, ya no con otras famosas, sino con sus propios 'yo' pasados. Kristin Davis, la encargada de dar vida a Charlotte, reconoce que la presión por mantener un aspecto juvenil le llevó a recurrir a las infiltraciones de labios en secreto.

"Es un reto recordar que no tienes por qué tener ese mismo aspecto", ha explicado en una entrevista a The Telegraph. "Internet quiere que lo hagas, pero también quiere que no lo hagas. Es algo que presenta muchos conflictos".

La actriz admite que no siempre ha tenido suerte con "los rellenos" en la cara y en alguna ocasión ha tenido que disolverlos porque el resultado final no era tan natural como ella esperaba. Y sí, se está refiriendo a los labios abultados que lucía en la primera parte de 'And just like that' y que tanto le hicieron llorar cuando leyó las críticas en las redes sociales.

Ese es, en su opinión, un ejemplo perfecto de la ironía a la que se enfrentan las famosas: si envejecen acorde a su edad, la culpa es suya por no cuidarse más, y si acaban luciendo un aspecto demasiado artificial, también. Nadie responsabiliza, según dice ella, al médico o cirujano que no hace un buen trabajo.

"A mí nadie me dijo que [mis labios] no tenían buen aspecto durante mucho tiempo. Pero por suerte tengo buenos amigos que sí me lo dijeron al final. Lo que pasa es que una no se sonríe en el espejo. ¿Quién se sonríe a sí mismo en el espejo? Los locos", admite, reconociendo que realmente ella no se dio cuenta hasta que no se lo dijeron.

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