Poca guasa con el 'Gua Sha': el tratamiento de belleza que puede cambiar tu piel

Aunque nos creemos muy modernas por incorporar en nuestra rutina de belleza estos rodillos y piedras de jade y cuarzo que se han vuelto virales en los últimos años, lo cierto es que el Gua Sha se conoce y se practica desde hace miles de años en China. De hecho, la traducción literal de esta técnica milenaria sería algo así como 'raspar lo malo' (Gua de raspar y Sha de enfermedad), por lo que el objetivo principal del Gua Sha es la eliminación de toxinas y malas vibraciones, y en oriente es una técnica que se practica en todo el cuerpo, no únicamente en la cara.

Sin embargo, ahora esta técnica se ha occidentalizado (tirando un poquito de apropiación cultural, todo sea dicho) y, aunque el nombre del tratamiento no ha cambiado, sí su forma de utilizarlo, ya que aquí no hacemos un raspado, sino un masaje, la técnica ya no se practica en todo el cuerpo sino que se centra en la cara y el cuello, y no es un tratamiento médico, sino que se utiliza como tratamiento de belleza. Así, aquí no lo usamos para mejorar enfermedades sino para eliminar arrugas, bolsas y falta de firmeza.

Las piedras que se suelen utilizar siempre para practicar el Gua Sha son el jade y el cuarzo rosa, y podemos encontrarlas tanto en forma de rodillo como en forma de piedras planas pulidas y alisadas para que se adapten bien a la mano. Se utilizan estas dos piedras preciosas porque el jade es perfecto para suavizar la piel y favorecer la eliminación de toxinas, y el cuarzo rosa es cicatrizante, calmante, y reafirmante. Además, son dos piedras que mantienen muy bien el frío, por lo que añaden ese efecto descongestionante por su temperatura.

¿Qué hace el Gua Sha en mi piel?

Después de unas cuantas sesiones de Gua Sha, notarás rápidamente la diferencia porque tu piel estará más luminosa, más suave, más radiante y más firme, la circulación se estimula, y las arrugas y líneas de expresión se reducen.

Instrucciones de uso

Todo comienza con la preparación de la piel, así que asegúrate de que tu piel está perfectamente limpia y desmaquillada. A continuación, aplica unas gotas de aceite facial o sérum para que la piedra se deslice mejor sobre la piel. Ahora empieza a masajear con tu roller o piedra desde la parte superior del cuello hasta las orejas. Repite el proceso, esta vez empezando por la barbilla, y luego por encima de los labios y las fosas nasales. Mantén el mismo movimiento ascendente. A continuación, masajea la zona de la ojera y las bolsas de los ojos, empezando por el ángulo interno del ojo y subiendo hasta la sien. Haz lo mismo en el arco de la ceja, empezando desde dentro hacia fuera y luego masajea la frente desde la parte superior de la nariz hasta el nacimiento del cabello.

Repite cada uno de estos pasos unas 5 veces y céntrate primero un lado de la cara antes de pasar al otro para obtener mejores resultados.