Los momentazos de los Grammy son para… ¡Rihanna y Blue Ivy!

Al margen de los ganadores de los Grammys, hubo varios momentazos que quedarán en nuestra retina para siempre y otros, que hicieron que tanto redes sociales como los allí presentes se quedaran sin una sola palabra. Pero si hubo alguien que destacó por encima de los demás fue Blue Ivy, la hija de Beyoncé (36) y Jay Z (48).

La pequeña acudió a la gala junto a sus padres y protagonizó, sin saberlo, la anécdota de la noche. En un momento de discurso, tanto Beyoncé como su marido y el resto de los allí presentes comenzaron a aplaudir. Parece que Blue estaba ya un poco harta de tanto aplauso y les dijo a sus padres, muy seria, que dejaran de hacerlo.

Carácter no le falta a la hija mayor del matrimonio Carter. Y después de esta acción creemos saber quién es la que parte en bacalao en la casa de Beyoncé y Jay-Z. Sin duda, uno de los mejores momentos captados por la cámara de los Grammy.

Pero si la pequeña Blue fue la protagonista de las anécdotas, la que se llevó el gato al agua encima del escenario fue Rihanna (29). La de Barbados quitó protagonismo hasta a los ganadores al marcarse un bailecito de lo más sexy en su actuación. De hecho, hizo explotar las redes sociales y hasta se convirtió en trending topic.

La cantante pasó de alfombra roja y se subió directamente al escenario para interpretar ‘Wild thoughts’. Y lo hizo con un vestido rosa hasta arriba de cristalitos y con medias llenas de brilli brilli (y digno de un Aarg). Rihanna estuvo acompañada durante la actuación por una docena de bailarines, por el Dj Khaled y el rapero Bryson Tiller.

Sensualidad y ritmazo a tutiplén que dejaron a todo el público del Madison Square Garden y al que estaba siguiendo la gala desde casa con la boca a ras del suelo. Rihanna ha estado un poco desparecida de los escenarios después de la muerte de su primo pero, sin duda, la vuelta que nos ha regalado en los Grammy ha sido de lo más impactante que recordamos. Y para que tú también lo disfrutes, aquí lo tienes.

La gala en sí está muy bien pero... ¿qué sería del mundo sin las anécdotas divertidas y los momentazos estelares?