Mi primera cita en Los Ángeles: casado, con dos hijos, PERO en relación abierta

Abril, que no 'cerral'.

Carmen Raya con bocadillo relaciones abiertas
Carmen Raya con bocadillo relaciones abiertas / INSTAGRAM

Uno de los principales motivos por los que sigo soltera con 36 años (I continue single at 36 years old, bilingüismo) es porque el modelo de pareja socialmente más extendido y común a nivel mundial (el del matrimonio y la fidelidad) no acaba de convencerme. Bueno, el del matrimonio ni tan mal (que con la tontería del banquete te sacas un dinero y con eso de ser dos el alquiler/hipoteca se lleva mejor), pero el de la fidelidad....

Llamadme loca (call me crazy, que no maybe), pero como que a mí eso de comer todos los días lo mismo como que no lo veo. Así, sin paños calientes (without hot cloths). Yo soy más... de 'buffet' libre, como aquel que dice (how the one who tells). O por explicarlo un poco mejor, resulta que a mí lo que me gustaría es poder picar entre horas (pick between hours), si luego el menú del día sigue siendo del gusto de ambos comensales. ¿Me explico?

Ay, querido, que no es tan difícil. Lo que viene siendo yo contigo, tú conmigo, pero si te has cansado del menú del día pues lo mismo quieres hincar el diente a ese bocadillo de tortilla de patatas que hay en la oficina (o donde sea), me lo dices, lo hablamos, acordamos saltarte la dieta (jump the diet) y luego ya volverás a casa a comer perdices y a ser felices (lo de para siempre, ya se verá). Y esto funciona también a la inversa, claro está.

Vaya, por lo que supuestamente abogan Nuria Roca y Juan del Val. Y digo supuestamente porque no entiendo este momento de hablar de las relaciones abiertas con la boca pequeña y con ese halo de misterio que al final no sabes de lo que están hablando. ¿Qué hay de malo? Yo creo que nada (nothing). De ahí que cuando llegué a esta ciudad y comencé a ver la cantidad de hombres que decían en su perfil de Hinge que estaban en relaciones abiertas, fibrilé (I fibrilated).

Y cuidado (and caution) que yo aquí no he venido a decir que las relaciones abiertas son mejores que las cerradas. Que cada uno en su casa (house, como el médico) haga lo quiera. Pero yo hoy sí que he venido aquí a hablar de mi libro. Ay no, que eso será otro día (sí, estoy intentando escribir uno, toma 'spoiler'). Lo que quiero decir es que he venido a explicaros que Los Ángeles es, sin lugar a dudas, una ciudad donde las relaciones abiertas están más que aceptadas socialmente y nadie se escandaliza.

Que te voy a contar yo a ti, Jada, que lo tuyo con Will Smith es más bien de puerta giratoria.

[Aprovecho para hacerme autobombo y que leáis algunos de mis artículos. Como el del sexting, el de los 'California boys', el de tener sexo en inglés, el de mi ruptura 'made in Hollywood', el de mi videocita en mitad de pandemia, el de que el amor suena mejor en inglés, el de mi primera, y última, cita 'sporty', el de todas las mentiras que digo en Hinge, el de que LA me ha confirmado que no estoy buena, o el del sexo en la tercera cita...]

El caso (the case) que el primer hombre con el que hice 'match' (cerilla, yo no he inventado el inglés) en Hinge (gran aplicación de ligoteo, mejor algoritmo) estaba casado y con dos hijos. "I'm in an open marriage with a wonderful woman and I'm the proud father of two children. She knows about this", rezaba (aunque de eso más bien poco) la primera frase de su perfil. Y esta fui yo al leerlo:

No os mentiré (I will not lie to you). Lo primero que pensé fue "mentira cochina" (lie female pig). Lo de que ella lo sabe, digo. Porque mirad, os voy a comentar otra cosita: la de veces que me han dicho en España esto de "es la primera vez que le soy infiel a mi mujer". JÁ. Pero oye, que si tú te quedas más tranquilo diciéndomelo que todo bien (all good). Ah, y sí, ya sé que muchos/as estaréis pensando "¿pero entonces, oh tú, nuestra 'influencer' en prácticas favorita, te has acostado con hombres casados y/o con novia?".

[La contestación está en el GIF, por si cabía alguna duda].

Pero vamos al salseo (let's go to the sauce). Lo primero que me llamó la atención de Eusebio (obvio que no se llamaba así, pero tengo que salvaguardar el honor y la intimidad de mis fuentes y qué mejor que un Spanish name) es que fue muy sincero desde el primer momento. "Los martes es mi noche libre", me dijo. Y yo mira, reconozco que no podía esperar a verme con él para preguntarle cómo es ese momento en el que le dices a tu mujer, "oye, que los martes me toca 'picoteo', te quedas tú con los niños".

Pero fantasía de la buena, amiga. Total, que ahí que me puse yo mis mejores galas (y no las de Operación Triunfo 1) para encontrarme con Eusebio en 'The Wellesbourne', un bar al que solía llevar a todas mis citas (sí, soy mujer de que me conozcan en los bares, qué le vamos a hacer) y que me encantaba ('pray for bares in the coronavida'). Y doy este dato porque a pesar de que os he contado que sigo intentando encontrar el 'amor' en tiempos de coronavirus, yo soy de enamorarme con codo clavado en barra.

Efectivamente Meryl, tú sí que sabes. Total, que nada más encontrarnos en la puerta fue obvio que Eusebio y yo nos gustamos. Mira, esas cosas se saben. La manera en la que nos miramos lo dijo todo. Ah, porque esa es otra cosa de la que no se habla en el mundo liderado por el amor romántico: de las miradas de "ok, te pareces a tu foto de perfil y mira, me acostaría contigo".

En serio, esa mirada existe. Igual que el amor a primera vista, también a un f*lleteo a primera vista. Pero claro, de lo segundo no se habla porque a los gobiernos no les interesa. #lossolterostambiensomospersonas.

Agnes, querida, que te lo he dicho al principio del artículo, a ver si prestamos un poquito de atención.

Sentados ya en la barra y tras darle dos sorbos a mi copa, me apresuré (bueno, tardé 15 minutos en construir la frase en inglés, pero que todo bien) a decirle: "Necesito que me cuentes cómo es eso de tener una relación abierta". Y mira, la mejor clase sobre el amor que me han dado en mi vida. O por lo menos de un amor distinto.

Eusebio me contó que llevaba 13 años casado con su mujer más dos de novios. Me dijo que juntos habían construido una vida maravillosa y que eran padres de un niño y una niña. Sin embargo, un día se dieron cuenta de que la rutina les pesaba demasiado.

"No voy a engañarte. No sé cómo terminará esto porque hemos abierto la relación hace poco. De momento, ella tiene un día para quedar con gente y yo tengo otro. Hemos establecido algunas normas, como por ejemplo que debemos volver a casa antes de que se levanten los niños, que solo nos contaremos el uno al otro detalles si el otro quiere saberlos y que un día entre semana tendremos una cita los dos solos", me explicó.

No lo digo de broma. Me parece fascinante que dos personas que se quieren (aunque ya no como al principio) sean capaces de intentar algo tan complicado (porque fácil no es) como el ver a otras personas para intentar avivar la llama de su pasión o del amor que les unió y que hizo que decidiesen tener descendencia juntos (los hijos te unen para siempre, lo quieras o no). Y aunque ya sabéis que no me gusta generalizar, y que supongo que habrá gente que haga lo mismo en España, aquí se habla con total normalidad. Y digo que no es fácil porque abrir una relación puede llevar también a darse cuenta de que ya no te une nada con tu pareja actual y decidas echar el cierre definitivo de la misma (ruptura al canto, ya sabéis).

De hecho, no dudó en decirme que yo le caería muy bien a su mujer y que si quería verme otra vez, tendría que consultarlo con ella. "Es que nunca hemos visto a la misma persona más de una vez. Así que no sé muy bien si puedo llamarte otra vez. Te digo algo", me confesó cuando se despidió de mi en la puerta de casa de madrugada.

[La respuesta de si me acosté con él o no, también está en el GIF].

¿Moraleja? (que no La Moraleja) Que esta ciudad está repleta de relaciones abiertas y la gente no las oculta. He conocido a personas que a los treinta minutos de charla me cuentan que durante un tiempo abrieron sus relaciones o que directamente viven en una continua apertura. Y de nuevo, no digo que esto tenga que ser lo normal, solo digo que en Los Ángeles he encontrado un modelo de amor diferente y del que se habla con absoluta normalidad. ¿Estoy dispuesta a probarlo? Todo se andará (everything wil be walked).

Eso sí, ya os digo que con el que no tendría nunca una relación abierta es con el famoso con el que tuve un 'affair' durante el 'coronaretiro', también conocido como 'confinamiento' y también conocido como Brad Pitt. Y es que, como en 'Friends', nos delató el jersey.

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