'Mentourage' o cómo salir con tres chicos a la vez en Los Ángeles

Esto es real.

Carmen Raya con bocadillo Cuore
Carmen Raya con bocadillo Cuore / GTRES

Cuando pisé suelo americano (when I put my feet in the American floor, bilingüismo) con mi maleta cargada de sueños (y de antibióticos, un saludito desde aquí a los de aduanas), decidí que iba a hacer todo lo posible por adaptarme a las costumbres 'yankis'. Y eso pasa, claro está, por realizar una inmersión completa en la cultura del país. ¿Cómo conseguir algo así?

[Momento de tensión en el que el lector se queda pensando cómo conseguir algo así porque los artículos de Carmen Raya no solo son entretenidos sino que también estimulan el cerebro de sus lectores. De nada. You're welcome.]

Pues bien, en mi caso, me apunté a la universidad (ya me he graduado, congratulations to me), compartí piso con americanas, comencé a comer muy sano y muy insano a la vez (esto es algo que se consigue pidiéndote ensaladas a las que les ponen litro y medio de salsa para aliñar), me inicié en la práctica de la ansiedad constante por pensar que te va a dar un infarto y no saber si tu seguro médico te hará pagar un millón de dólares y entonces tendrás otro infarto y entrarás en un círculo vicioso de infartos y deudas del que será más difícil salir que de la adicción a la heroína (humor negro, mi preferido, como el café) y por último,el 'dating'.

Sí, querida Ariel, qué lista eres. Porque hoy mi princesa Disney favorita (vive en el mar y tiene cola, ¿qué más se puede pedir en esta vida?) me va a ayudar a contaros algo de la cultura angelina (no me gustaría a mí decir americana porque lo mismo en otros Estados esto no se trabaja) que a mí me tiene LIVING (viviendo, bilingüismo a la inversa).

¿Sabéis cuándo Ariel estaba tan pesadita con ir a la superficie porque le fascinaban los humanos? Bueno, eso y porque estaba pilladísima por el príncipe Eric, claro está. Que bueno, si Eric llega a ser un besugo no habría habido película, obvio. Los dos bajo del mar y a salpicar y comer placton felices y húmedos para siempre. Aunque mira, siendo sincera yo creo que Eric era un poco besugo, pero en el otro sentido. Bueno, a lo que voy que me pierdo (to what I'm going that I get lost).

El caso, que como bien dice aquí mi prima Ariel (my cousin Ariel), yo quería estar donde estaba la gente y eso es 'Hinge' (una aplicación de ligoteo). Sí, porque mira, yo si algo he aprendido viendo 'Españoles por el mundo' es que uno aprende el idioma y las costumbres del país al que emigras cuando tienes novio autóctono. Novio que se casa contigo, te da la 'green card' (en caso estadounidense), te hace unos hijos monísimos (o eso esperas, la genética es caprichosa) bilingües y te explica que los tenedores no son para peinarse, sino para comer.

Nota al lector: Poco se habla, porque no interesa, claro está, de qué tipo de papeleo legal tuvieron que rellenar Ariel y Eric para que ella consiguiese la nacionalidad humana... Pero claro, Eric siendo príncipe y Tritón siendo rey...Ya se sabe que la monarquía, tanto acuática como terrestre, funciona igual en todas partes.

Así pues, me acicalé (qué gran palabra y que poco se usa), me hice un par de fotos para comenzar en el juego del amor online y ahí que me lancé a los brazos de las citas. Y mira, no me iba mal, pero yo lo estaba haciendo todo de una manera... cómo decirlo.... ORDENADA. Y por ordenada me refiero a que quedaba con uno, lo intentaba, quedaba con otro, lo intentaba... Y si algún chico me gustaba en la primera cita pues yo esperaba a ver qué pasaba con ese sin quedar todavía con ningún otro... ¿me explico?

Vaya lo que viene siendo el modo español de toda la vida. O bueno, de toda la vida que yo había conocido hasta el momento. Venga, Ariel, ayúdame a explicarlo.

1. Te arreglas para ir a la cita mientras tus compañeras de piso te observan.

2. Llegas a la cita y te ha preparado un paseo en barco porque ahora con la 'coronavida' es más seguro que ir a un restaurante. Al principio estáis tímidos, pero parece que conectáis.

3. Conectáis y él te besa al llegar al portal de tu casa.

4. Después de ESE beso, subes a casa así (pensando ya en la boda y en cómo llamaréis a vuestros hijos).

5.Te metes en la cama soñando con que por la mañana recibirás un mensaje suyo para volver a quedar.

6. Te levantas por la mañana y te das un baño pensando en cómo serán las invitaciones de la boda y el vestido. El mensaje no ha llegado todavía, pero tú sigues nadando en un mar de ilusión (y jabón).

7. Llegada la tarde, y al no recibir mensaje alguno, empiezas a preocuparte, pero sin perder la esperanza.

8. Esta eres tú por la noche yéndote a dormir. Sin mensaje recibido, claro está.

9. Esta eres tú a la mañana siguiente cuando compruebas que sigue sin dar señales de vida.

10. Esta eres tú contándole a tus amigas que le has escrito y que él te ha hecho un 'ghosting' como una catedral (like a cathedral) y que tú vas a...

11. Y esta eres tú (o yo) cuando tras hablar con tus amigas te recuerdan que hay muchos peces en el mar y que sigas nadando (bueno, eso último es de 'Buscando a Nemo', pero el orden de las películas no altera el producto).

Y este ciclo de GIF's es el ciclo sin fin (vaya, ahora esto es de El rey León, sorry) de cualquier soltera que se precie a mi edad. Treinta y seis atunes. Que todo bien, 'all good' pero es lo que hay.

El caso, que en una de esas que yo estaba entre sollozos (y en inglés, pura fantasía) intentando explicarle a mis compañeras de piso que no entendía qué había podido salir mal, una de ellas me dijo: "Es que claro, tú no tienes un 'mentourage'".

Sí, Eric, esa fue mi cara (aunque mi copa estaba llena, por supuesto). "¿Mento qué?", dije con tono de " a mí me hablas en cristiano (Ronaldo), por favor". "Mentourage", me dijo Gaby. "¿Y eso es?", le pregunté yo sin saber muy bien si quería escuchar la respuesta. "Chica, Carmen, un séquito de hombres con los que salir", me dijo como la que te dice que baja a por el pan (go down for the bread).

REAL, amigos y amigas. Esta palabra existe y su significado en la jerga urbana es, y según recoge Urbandictionary,com, el siguiente: "Un grupo de tres o más hombres que siguen a una mujer, normalmente atractiva (o sea, yo), a donde quiera que esta vaya".

Nota al lector: Ese (o sea, yo), no lo pone Urbandictionary.com, pero me lo pongo yo.

Lo sé, amiga Ariel (ahora somos amigas, antes primas, el caso es quererse), yo también me quedé 'asombrafusa' (que es un término que me acabo de inventar para describir que estaba asombrada y confusa al mismo tiempo).

Gaby me explico que en Los Ángeles era de lo más normal salir con varios chicos a la vez hasta que te decidieses por uno o alguno se decidiese por ti. Y mira, qué fantasía. Eso sí, la teoría muy bien, pero cuando tuve que ponerlo en práctica...

Sí, Sebastian, totalmente. Resulta que yo empecé a tener citas (y más de una) con varios chicos a la vez y mirad, igual que yo soy muy moderna para algunas cosas, esto del 'multiple dating' como que a mí no se me da muy bien. No se me dan los exámenes de respuesta múltiple, se me va a dar esto...

¿Lo probé? OBVIO, ya os he dicho que yo lo que sea por mimetizarme con los americanos, pero chicos, qué mal lo pasaba algunas veces.

¿Sabes ese momento de estar cenando con uno y pensar, ¿este es el que me dijo que se iba este fin de semana a Texas? Pues yo tampoco sabía que existía y SÍ que existe. O eso de mandar un mensaje y pensar, "ahora es cuando se lo he mandado al otro". #Drama.

Total, que de querer ser La Sirenita y estar dispuesta a quedarme sin voz con tal de tener piernas para encontrar el amor de vida (hija, Ariel, qué dramática te pusiste), me convertí en una 'chica del cable' intentando no cruzar llamadas y mensajes.

Ya lo sé, Concha (shell, bilingüismo y relacionado con el mar, si es que no doy puntadas sin hilo, de pescar, toma ya), pero chica, qué quieres que te diga, el amor angelino es complicado porque cuando no están en relaciones abiertas, están saliendo con siete a la vez. Que ellos también lo hacen, ¿eh?

Pero bueno, no os engañaré, eso de que te deje de escribir uno y tengas a dos más que aún están disponibles, pues como que te hace ver la vida de otra manera. Y yo, como ya os he dicho al principio del artículo, he venido a 'americanizarme'.

Eso sí, ojito que al que nunca reemplazaré en mi corazón será a Brad Pitt, con el que mantuve un 'affair' esta cuarentena. El jersey nos delató, como en 'Friends'.

[Y sí, debería actualizar mi perfil de Instagram con alguna foto, prometo hacerlo pronto, pero ya sabéis, estoy en nivel prácticas de influencer. Paciencia.]

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