Desastre ecológico y político
El petrolero 'Prestige' se hundió el 19 de noviembre a casi 4.000 metros de profundidad ante las costas gallegas cargado de fuel. El Gobierno del PP intentó minimizar la catástrofe y rechazó las críticas por la nefasta gestión de la crisis. Pero la enorme marea negra de chapapote acabó ocupando las playas gallegas. La única lectura positiva fue otra marea, esta vez blanca y solidaria, de miles y miles de voluntarios de toda España que acudieron a limpiar la zona.